Vitoria - Dentro del orden que Mauricio Pellegrino ha establecido en las últimas semanas aparece ya una alineación titular perfectamente definida, lo que supone una clara ruptura con respecto a una primera parte del curso en la que el entrenador del Deportivo Alavés sometió a sus onces iniciales a pequeños cambios constantes. El seguidor albiazul se sabe ahora de memoria la que es la alineación de cabecera del argentino, pero la irrupción de un nuevo elemento puede conducir a una nueva variante. Se trata de Óscar Romero, que en muy poco tiempo ha evidenciado ya que tiene unas facultades que le pueden convertir en pieza importante en el entramado alavesista.
El paraguayo fue la gran apuesta del club en el mercado invernal y muchos reputados analistas no dudaron al calificarlo como la mejor incorporación de todas las que se realizaron en Primera División a lo largo del mes de enero. Tras un período de obligada aclimatación y puesta a punto física, el sudamericano ha comenzado a demostrar con argumentos sobre el verde que esos pronósticos no iban para nada desencaminados.
Romero apenas acumula cinco apariciones con la camiseta albiazul, pero han sido más que suficientes para exhibir talento y también evidenciar que puede acompañar su clase con esfuerzo. Parece una cuestión menor, pero para nada lo es en este Alavés. Basta con mirar las alineaciones y comprobar el perfil de quienes juegan y de quienes se quedan fuera. Este equipo necesita del sacrificio de todos y cada uno de sus peones y el que no aprieta en defensa y no es solidario con el compañero ve drásticamente mermados sus minutos.
Eso lo entendió a la perfección el paraguayo desde el primer día. Su estreno llegó en la ida de las semifinales de la Copa del Rey. Sobre un Balaídos encharcado y con el equipo sufriendo ante el acoso del Celta, el sudamericano entraba en el minuto 83 para dar relevo a un agotado Víctor Camarasa. En poco más de diez minutos, el recién llegado cumplió a la perfección lo que se le exigía, dejó los primeros detalles con el balón, y, sobre todo, mostró su compromiso metiéndose de lleno en la pelea en el barro sin rehuir el contacto y la pugna cuerpo a cuerpo.
rápido aprendizaje Tras su estreno, su primer día para brillar llegó en Gijón. En El Molinón aprendió lo que es la Primera División. Tuvo el gol hecho en un mano a mano solo ante Cuéllar, pero su tardanza en la definición buscando meterla por la escuadra provocó que Canella le arrebatase el esférico justo cuando se disponía a golpear. Sacó una conclusión rápida: en España hay que tomar las decisiones con celeridad. Acto seguido, desbordó al propio Canella y puso un preciso servicio en la cabeza de Alexis, que solo tuvo que rematar la asistencia del paraguayo.
“Creo que hay más velocidad en el juego, que la pelota se juega más rápido que en Sudamérica, donde va más pausada. Trato de adaptarme rápido. Cuesta un tiempo, pero uno en cada entrenamiento y en cada partido va agarrando ritmo”, señaló ayer el jugador.
Dejando a un lado el partido contra el Barcelona, frente al Valencia Romero fue pieza clave en la remontada en los minutos finales. Y en la visita al Granada, donde se estrenó como titular para acabar jugando los noventa minutos, fue de largo el mejor hombre de campo albiazul. Ya fuese partiendo desde la derecha o buscando una posición más centrada, el paraguayo demostró que es un generador ofensivo de primera magnitud. Asumió los mandos del ataque, reclamó el balón, puso buenos servicios desde el costado, filtró pases por el centro y también buscó sus propias opciones a través del disparo, rozando el gol en el lanzamiento de una falta directa.
El que fue gran apuesta alavesista del mercado invernal ya ha evidenciado que está preparado para ser importante en este equipo. Lo que todavía está por ver es dónde. Romero asegura sentirse más cómodo como mediapunta, pero también conoce de su experiencia en Argentina lo que es partir desde la banda derecha. Y en esas dos posiciones lo ha venido utilizando Pellegrino.
Está por ver si, dentro de un once ahora muy definido, el preparador alavesista opta por el paraguayo como recurso desde el banquillo para oxigenar el ataque o si, por el contrario, le busca un hueco como titular. Una cuestión complicada, ya que la mediapunta parece demarcación exclusiva de Camarasa, mientras que en el flanco derecho Gaizka Toquero se encuentra muy asentado. No obstante, un quebradero de cabeza positivo para el técnico, que ve crecer la competencia con la puesta a punto de un Romero que ya es sólida alternativa.