vitoria - Por más que el campeonaro de Liga haya cruzado ya su ecuador y por más que el equipo haya dado muestras más que sobradas de que el objetivo de la permanencia fijado a comienzos de temporada ya no tiene sentido a estas alturas del curso, Mauricio Pellegrino sigue empeñado en contener la euforia colectiva asegurando cada vez que tiene ocasión que el equipo sigue “aprendiendo” después de 23 jornadas disputadas y, sobre todo, es capaz de sobreponerse a situaciones de cierta adversidad, algo que le hace inmensamente feliz.
En la semana previa a la visita a Mendizorroza (sábado, 13.00 horas) de su Valencia del alma, el argentino concedió una entrevista a la web oficial del club en la que, como era de esperar, no se salió un ápice del guión previsto y volvió a ponderar la fortaleza del equipo, especialmente tras la contundente derrota sufrida ante el Barça en casa, que dejó tocado al plantel y al propio entrenador. Aquella tarde, como reconoció el propio Pellegrino, los astros no se alinearon como debían...
Al set en blanco que el endosó su colega Luis Enrique le siguió días después un balsámico 0-1 que devolvió la tranquilidad al entorno albiazul y permite al equipo encarar el duelo de este fin de semana con mucha menos presión. A este respecto, Pellegrino reconoció ayer estar tranquilo y “disfrutando” con sus muchachos porque “tienen contracción al trabajo y mucha humildad”, además de cierto oficio y una capacidad de aprendizaje enormes que le permiten seguir creciendo. Quizá sea esta la razón que explique su actual posición clasificatoria, a solo un puñado de puntos de los puestos que dan acceso a Europa, y su capacidad para no perder el norte después de un frenético mes de febrero donde los albizules se han consagrado en el torneo de Copa y se han medido en Mendizorroza a dos grandes del fútbol patrio como el Atlético de Madrid (0-0) y Barça (0-6). “Es cierto que teníamos un interrogante para ver cómo reaccionaba el equipo después de tantas emociones y tanto ritmo y lo cierto es que lo han hecho muy bien”, se felicitaba ayer el preparador aunque sin lanzar ninguna concesión a la grada. En este sentido, y con su habitual discurso de cautela, reclamó a sus jugadores que “despejen” la cabeza y tengan “madurez para seguir con los pies en la tierra” y pelear por su objetivo principal. “Tenemos mucho que mejorar y veo a la gente implicada que es lo más importante”, valoró el de Leones, que insistió que “hay una buena actitud, aunque lo más difícil es continuar día a día con la misma”.
En su particular repaso a la actualidad del equipo, Pellegrino reconoció tener un plantel con “buenos jugadores”, si bien advirtió que jugar en equipo es diferente a hacer buenas jugadas individuales. “Tenemos un gran abanico de jugadores para hacer jugar al equipo”, reconoció antes de valorar el papel de la afición, cuyo apoyo en la Copa, especialmente, significó: “El día del Celta tenía tanta tensión que no recuerdo nada; sólo escuchaba gritos...”.
“el valencia va a ir para arriba” Por último, el preparador analizó a su próximo rival, el Valencia, que ya en la ida no se apiadó de su antiguo jugador y entrenador. “El Valencia siempre va a ser un equipo grande; primero, por las exigencias que tiene y después, por el plantel y jugadores que posee, de muchísima calidad arriba y extremos muy rápidos con los que han encontrado cierta seguridad en los últimos partidos”, concluyó antes de asegurar la dificultad que le espera al Alavés este sábado. “Van a ir para arriba seguro tras pasar un año bastante difícil; a veces estos vaivenes hacen reflexionar para poder encontrar un camino de trabajo”.