vitoria - Que las relaciones entre las directivas del Deportivo Alavés y el Athletic de Bilbao continúan siendo tensas es algo que, por mucho que se quiera suavizar o incluso tapar públicamente, distan mucho de ser todo lo cordiales que deberían, máxime cuando se trata de dos equipos que se supone son hermanos. Si en los últimos tiempos han sido varios los episodios que encendieron la chispa de la discordia e incluso la amenaza entre Josu Urrutia y Josean Querejeta -recuérdese por ejemplo el asunto de los canteranos Vesga y Alday fichados por el conjunto bilbaíno, el asunto de la carta de un técnico del fútbol base denunciando las supuestas amenazas del Alavés, el asunto del traslado del partido entre el Bilbao Athletic y el Glorioso a Barakaldo cuando el equipo que entonces dirigía José Bordalás se estaba jugando el ascenso a Primera División o el asunto, más reciente, del precio de las entradas para el derbi en San Mamés-, el reciente sainete para designar la sede de la final de la Copa del Rey, con intereses y mensajes contrapuestos, ha vuelto a enfrentar públicamente a ambas entidades.
Porque si hasta la fecha el Athletic había guardado un prudencial silencio respecto a su imposibilidad de organizar la final del próximo 27 de mayo, como era el deseo del Deportivo Alavés, ayer su presidente salió a la palestra para defender la honorabilidad de la entidad rojiblanca y, de paso, defenderse de las falsas afirmaciones, según su propio testimonio, vertidas en los últimos días desde la entidad del Paseo de Cervantes. En este sentido, en el contexto de la rueda de prensa que ofrece regularmente Urrutia en el Palacio de Ibaigane para repasar la actualidad del club, el presidente fue rotundo al asegurar que no le “sorprende” ni le afecta” haberse visto involucrado en la polémica sobre la sede de la Copa del Rey y que no le “inquieta” lo más mínimo verse envuelto en una polémica en la que, a su juicio, le han metido de una “manera sesgada” y defendiendo unos “intereses determinados” ajenos a los del Athletic. A continuación, y ante la insistencia de los medios de comunicación presentes, Urrutia reafirmó punto por punto la versión que dio su club el pasado viernes de que, en contra de lo que afirmaba el Alavés en un comunicado, no tiene “ninguna llamada perdida, ningún wasap ni ningún correo electrónico” que le haga pensar que el presidente del Deportivo Alavés, Alfonso Fernández de Troconiz, o alguien del club albiazul quisiese ponerse en contacto con él el pasado jueves para adelantarle la intención de solicitar La Catedral como sede de la final aún acogiendo tres días después un concierto multitudinario. “No me sorprende porque llevo muchos años en el mundo del fútbol”, dijo el excapitán rojiblanco, para quien sí “es normal que San Mamés se vincule al Athletic”, aunque ya no sea su único propietario, sino San Mamés Barria, una sociedad de la que forma parte con Kutxabank y las instituciones, Gobierno Vasco, Diputación de Bizkaia y Ayuntamiento de Bilbao.
Finalmente San Mamés no se postuló como posible sede porque el 30 de mayo, tres días después de la final, acogerá un concierto de Guns N’Roses que lo imposibilita ya que la promotora necesita un mínimo de siete jornadas para concretar toda la infraestructura.