0-1, minuto 15: Toquero. Saque de esquina de Espinoza, el vitoriano gana la partida a la defensa y cabecea picado para marcar.

0-2, minuto 52: Toquero. Contra rapidísima del Alavés con hasta cinco jugadores generando ventaja y el vitoriano resuelve con un disparo raso que no es capaz de sacar Saja. 0-3, minuto 62: Santos. Centro lateral de falta de Katai que pasa por delante de toda la defensa y en el segundo palo marca en venezolano con la mano.

Amonestó a Boiro (minuto 26), Delgado (minuto 61), Bouzón (minuto 63), García Alonso (minuto 64), Maloku (minuto 71), Santos (minuto 83) y Kakabadze (minuto 92).

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No hay más ciego que el que no quiere ver y el sistema de competición que la Federación Española de Fútbol ha perpetuado para la Copa del Rey propicia que, año tras año, el interés por este torneo que es religión en otros países decaiga exponencialmente hasta que la competición alcanza su fase decisiva. Es lo que tiene la persistencia en unas eliminatorias a doble partido completamente insulsas, en las que el espacio para la sorpresa se reduce a la mínima expresión. El superior casi siempre se acaba imponiendo. Y, por si acaso falla, siempre le queda un encuentro de vuelta para tratar de enmendar la situación. Así se llena el calendario de partidos -lo que les espera a los supervivientes en enero es brutal- al mismo tiempo que se acaba con la emoción de las posibles sorpresas. En esta tesitura, Goliath rara vez no acaba aplastando a David. Durante años el propio Deportivo Alavés ha sufrido las penurias de ese sistema de competición sin apenas alicientes para el pequeño más allá de los que pueden hacer la taquilla del año. Basta con ver las desangeladas gradas del Nou Estadi ayer, donde El Glorioso dejó encarrilado su pase a octavos echando mano de seriedad y efectividad, lo que hace innecesario el encuentro del próximo 22 de diciembre.

Evidenció Pellegrino que no es fondo de armario lo que le falta y en el Nou Estadi montó un once que, al menos por nombres, bien podría competir cada fin de semana en Primera División pero plagado de los menos habituales en sus alineaciones ligueras con la única excepción de un Theo que mantuvo su sitio en el lateral izquierdo por la ausencia de Raúl García. Es la Copa un torneo para los menos habituales y tan amplia es la plantilla alavesista que jugadores como Llamas, Manu García Alonso, Sobrino y Barreiro se tuvieron que quedar en el banquillo en el inicio.

Decisivo Toquero Rememorando sus duelos de la pasada campaña, y pese a la actual diferencia de categorías, el Nàstic amedrentó al Alavés con una puesta de escena plena de intensidad que le permitió alcanzar los dominios de Ortolá generando enorme sensación de peligro. Eso sí, el desnivel se evidencia justo dentro del área, donde toca definir. Y ahí no falló el cuadro albiazul, que prácticamente en la primera que tuvo fue capaz de abrir el marcador. Toquero condujo un contragolpe en el que Vigaray acabó forzando el córner y el saque desde la esquina de Espinoza -se va perfilando como un buen lanzador el argentino- lo cabeceó a la perfección el vitoriano para poner el 0-1 al cuarto de hora de partido.

El desequilibrio en el marcador vino a reafirmar el guión con el que se venía desarrollando el duelo. Dominio absoluto del Nàstic y El Glorioso buscando la contra con espacios. Eso sí, con el cuadro tarraconense cada vez más amenazante, probando incluso los reflejos de un Ortolá brillante en las paradas pero generando intranquilidad en el juego con los pies por esa querencia suya de arriesgar al máximo.

Bien pudieron los de Vicente Moreno, comandados por un genial Madinda, igualar la contienda antes de que el colegiado decretase el descanso, pero la sensación era que la sentencia a la eliminatoria estaba en un fallo del equipo local en la salida de balón ante la agresiva presión alavesista en primera línea. Y es que los catalanes llegaban mucho, pero los albiazules estaban preparados para asestar el zarpazo definitivo.

visto para sentencia Ya en la reanudación, no tardó demasiado en llegar ese golpe que mandó definitivamente al Nàstic a la lona. Como cabía esperar, en un contragolpe. Como si fuese una manada de búfalos en estampida, el Alavés se llevó por delante a su rival en una acción en la que acabó resolviendo Toquero como bien podía haber hecho uno de los cuatro compañeros que corrían a su lado aprovechando el enorme espacio existente. Por si no fuera suficiente castigo para el cuadro tarraconense, el colegiado se unió a la fiesta. Tras un saque de falta lateral de Katai, el gol con la mano de Santos fue evidente para todos los presentes menos para un Jaime Latre que no vio la infracción del venezolano, que ni celebró el gol que supuso el 0-3 que deja la clasificación en bandeja.

Día de secundarios. Pellegrino recurrió en Tarragona a su segunda unidad y el fondo de armario respondió con un nuevo partido muy serio a domicilio. Ortolá, Manu García Alonso, Sobrino y Barreiro disfrutaron de sus primeros minutos de la temporada en un partido en el que el único titular con minutos fue Theo.

Tremenda eficacia. No tuvo el Alavés muchísimas oportunidades, pero fue capaz de rentabilizarlas al máximo para conseguir tres goles ante un Nàstic que lo intentó con insistencia pero sin puntería. Toquero resolvió el partido con dos tantos y Santos puso la puntilla con un gol con la mano.

El vitoriano actuó como segundo punta por detrás de Santos y evidenció que en esa posición es muy aprovechable por su capacidad de presionar y llegar al área. Dos goles.

El serbio sigue sin encontrar su sitio en el equipo y se le ve muy incómodo actuando en la banda izquierda, aunque dejó detalles de calidad cuando se fue hacia el centro.

Sin alardes. El Alavés sacó a relucir su versión de visitante letal ante un Nàstic que, sobre todo durante la primera parte, atacó mucho pero sin acierto y que acabó pagando caros los espacios que dejó a sus espaldas. El cuadro albiazul echó mano de la efectividad de Toquero, que con dos goles resolvió el partido, y se aprovechó de un grave fallo arbitral, que no vio la mano de Santos en el tercero.