Vitoria - Arranca el Deportivo Alavés su andadura en la Copa del Rey con el sueño lejano de conseguir algo grande en este torneo que, de vez en cuando, les da grandes alegrías a los más modestos. Pero para alcanzar ese tipo de hazañas, hay que subir escalones paso a paso. El primero de ellos, la eliminatoria ante un equipo de Segunda División como el Nàstic de Tarragona. Una serie de dos partidos que se convierte en la oportunidad perfecta para aquellos jugadores que menos oportunidades han tenido hasta la fecha en la competición liguera y que están obligados a aprovechar el torneo del K. O. para demostrar sobre el césped, y no solo en los entrenamientos, que tienen un hueco en este equipo. Noche de oportunidades la que se vivirá esta noche en el Nou Estadi, donde Mauricio Pellegrino dispondrá un once completamente diferente al que acostumbra con el que pretende dejar el pase a octavos de final encarrilado antes del partido de vuelta en Mendizorroza del próximo 22 de diciembre.
A muchos de los componentes de la plantilla alavesista les llega esa oportunidad de la que han carecido hasta la fecha. Varios de ellos pasarán a engrosar el listado de futbolistas que han vestido la casaca albiazul, ya que las oportunidades en varios casos solo les han llegado en los partidos amistosos. Jugadores como Ortolá, Manu García Alonso o Sobrino podrían estrenarse esta noche. Y como si de su primer partido se tratase se podría hablar en los casos de Llamas y Barreiro, sin apenas relevancia.
Eso hablando de los futbolistas que aún no se han estrenado, pero hay un buen puñado que conforman la segunda unidad de Pellegrino y que aspiran a dar el salto a la titularidad. Ahí hay nombres llamativos, como los de Espinoza, Katai o Santos, mientras que para otros jugadores llega la opción de reafirmarse como relevos de garantías preparados para dar la alternativa cuando se estime preciso, tal y como ha sucedido hasta la fecha.
Aunque la mayoría no vengan siendo los habituales, es evidente que el Alavés saltará al césped del Nou Estadi -donde hace unos meses se proclamó campeón de Segunda División- con un once sobradamente competitivo. Eso sí, cabe recordar que la Copa es una competición engañosa, donde las sorpresas están a la orden del día. Una cosa es la diferencia de potencial entre los dos contendientes, cuestión más que evidente y más aún teniendo en cuenta que el conjunto tarraconense también echará mano de varios de sus menos habituales, y la otra es conseguir plasmarlo con el balón en los pies.
Ahí está el objetivo de un Glorioso que quiere dar un paso de gigante hacia los octavos de final al tiempo que Pellegrino comprueba en competición oficial el rendimiento de los que menos han jugado.