Vitoria - Mauricio Pellegrino cumplía ayer doscientos partidos en Primera División (176 como jugador entre Barcelona, Valencia y Alavés; 14 en el banquillo che y 10 en el albiazul) y seguro que no guardará buen recuerdo de dicha efeméride, ya que ni siquiera pudo seguir el final del partido desde el banquillo tras ser expulsado por Sánchez Martínez en la que fue su primera roja en los banquillos españoles. Su marcha prematura se unió a la de su ayudante, Carlos Compagnucci, que también vio la roja por protestar, en su caso en el minuto 21. Así, durante los últimos minutos del partido el mando en la banda quedó en manos de Xavier Tamarit, la segunda mano derecha del técnico alavesista.
El cuarto árbitro, López Parra, fue el que se encargó de avisar a Sánchez Martínez de las supuestas salidas de tono de los técnicos albiazules, a los que realizó un marcaje personalizado durante todo el encuentro persiguiéndoles por el área técnica. Según se recoge en el acta, Compagnucci fue expulsado por “protestar una de mis decisiones de forma ostensible levantándose de su banquillo, dirigiéndose al cuarto árbitro a voz en grito, habiendo sido advertido previamente”. La misma fórmula usó el colegiado principal para justificar la expulsión de Pellegrino en un encuentro en el que, además, cinco alavesistas (Deyverson, Torres, Theo, Femenía y Krsticic) recibieron amarillas por una sola para el Real Madrid en la figura de Bale.
Estas dos expulsiones propiciarán que ni Pellegrino ni Compagnucci puedan sentarse en el banquillo en la visita a Osasuna. - DNA