Vitoria - Durante casi tres meses ha permanecido cerrado a cal y canto Mendizorroza. Desde la noche del 29 de mayo, cuando se celebrase en sus entrañas el ascenso a Primera División, el estadio del Paseo de Cervantes ha bullido en una actividad constante a puerta cerrada para mejorar su apariencia. Eso sí, los cambios en la fachada no pueden hacer olvidar que el alma que lo impulsa se encuentra en los corazones de millares de alavesistas que hoy regresarán a su particular teatro de los sueños para alentar desde las gradas a un equipo que quiere regalar a su afición una victoria en el regreso de Vitoria la máxima categoría. Casi todo es nuevo en el club desde el citado día del ascenso hasta hoy, pero si algo no cambia es la pasión de una grada loca por ver ganar a su equipo. El Glorioso ha visto crecer su masa social de manera exponencial con sus últimos éxitos y esta tarde se espera una explosión colosal de alavesismo en el regreso a Primera. Habrá fiesta antes y durante el partido porque el aficionado no va a fallar. La tarea del equipo es que la alegría se extienda más allá de los noventa minutos y se pueda celebrar la primera victoria de la nueva temporada en el duelo ante un rival directo por la permanencia como el Sporting que también estará arropado por su Mareona. El fútbol en su máxima expresión regresa a Mendizorroza y Mauricio Pellegrino y sus pupilos quieren que la fiesta sea completa.

El de esta tarde será el segundo capítulo de la nueva campaña y llega el cuadro albiazul a la cita con el buen regusto que dejó el punto cosechado ante el Atlético de Madrid en el último minuto con un zapatazo de Manu García que ya es historia de este club. Archivado queda ya ese sabroso, e inesperado, empate en el Vicente Calderón, que deja paso a un duelo con un teórico rival directo en la pelea por la salvación que durante unos cuantos minutos pasó por encima del Athletic hace una semana. Será un compromiso completamente diferente al que tocó vivir en el regreso a Primera, ya que las fuerzas entre los dos contendientes se encuentran mucho más igualadas.

La idea de Pellegrino es que sea su equipo el que salga a buscar la victoria desde el inicio, pero hay que ver si su equipo está capacitado para nadar y guardar la ropa al mismo tiempo. Ante el Atlético protagonizó un ejercicio de resistencia defensiva sin pasar casi en ningún momento al ataque. Frente al Sporting, que seguramente le dejará llevar el peso del partido para aprovechar los espacios a la contra, habrá de insistir en la ofensiva sin descuidar la retaguardia. La persistente búsqueda del equilibrio entre ataque y defensa, a la que también hay que añadir la efectividad en las áreas, que al final es donde se decide el signo de los partidos.

Para conseguir esa victoria que permitiría encarar el parón por las selecciones con una enorme tranquilidad, Pellegrino ya ha advertido que realizará bastantes variaciones con respecto al once con el que se presentó en el arranque del curso en el Vicente Calderón. Ha repetido muchas veces el argentino que, por las vicisitudes de la confección de la plantilla, durante la pretemporada no ha podido hacer todas las pruebas que quería y por ello va a utilizar los primeros compromisos oficiales para seguir buscando su esquema y equipo ideal. Por lo tanto, es evidente que se producirán algunas variantes que generarán sorpresa en el alavesismo.

Por su parte, el Sporting llega a Mendizorroza con la intención de estirar su sensacional arranque -se impuso con contundencia al Athletic- y sumar una segunda victoria consecutiva que le permitiría dar un paso de gigante en una carrera a la salvación que es muy larga pero en la que cada paso es importante. El cuadro de Abelardo tiene una idea de juego muy clara y esta campaña cuenta con más calidad arriba, por lo que será muy peligroso.