Vitoria - El Deportivo Alavés alcanzó la gloria el pasado domingo y todavía sigue recogiendo los parabienes del mundo del fútbol por el sensacional rendimiento que le ha llevado a Primera División cuando todavía queda una jornada para que concluya la temporada. La racha de cinco partidos consecutivos ganados (Valladolid, Alcorcón, Ponferradina, Bilbao Athletic y Numancia) que ha catapultado al Glorioso hacia la máxima categoría ha coincidido al completo con el recién finalizado mes de mayo, por lo que LaLiga ha premiado al club vitoriano reconociendo su labor con el Premio BBVA al Mejor Entrenador de la Liga Adelante en Mayo para José Bordalás y el Premio BBVA al Mejor Jugador de la Liga Adelante en Mayo para Manu García.

Los registros del propio equipo son los que han catapultado al entrenador a un más que merecido galardón. Es el reconocimiento al éxito de un colectivo al que ha manejado a la perfección, exprimiéndolo al máximo para sacar todo su jugo. Más aún en el momento decisivo de la temporada, un esprint final del curso en el que el Alavés se ha mostrado como un equipo prácticamente insuperable. Así, sus cinco victorias consecutivas a lo largo del mes de mayo le han conducido directamente a Primera División, descabalgando de esa carrera a todos los que eran sus rivales directos.

Cinco victorias con diez goles a favor y tres en contra, dejando la portería imbatida en tres de esos cinco encuentros. Un Glorioso que ha ofrecido su mejor versión justo cuando más complicado resulta, ya que el cansancio suele hacer mucha mella en estos tramos finales de cada curso. Mérito también de sus ayudantes en el cuerpo técnico, como no puede ser de otra manera, ya que ellos también han sido fundamentales para que el equipo haya llegado en tan buenas condiciones, tanto desde el punto de vista físico como en el mental, a los partidos decisivos.

Por su parte, Manu García se ha llevado el Premio BBVA al Mejor Jugador de la Liga Adelante en Mayo por su sensacional rendimiento en esta racha triunfal que ha llevado al Alavés directamente a Primera. El vitoriano se ha erigido ya no en pieza fundamental como era antes, sino en futbolista decisivo. Sus tres goles consecutivos ante Ponferradina, Bilbao Athletic y Numancia han sido determinantes para conseguir el reto del ascenso.

Más allá de su lucha y carácter, el capitán ha entrado de lleno en la lista de los héroes del alavesismo -si es que no estaba ya de antemano en esa relación- por su gol en Lasesarre que supuso el 2-3 ante el Athletic cuando todo se veía ya muy negro y por su tanto ante el Numancia que abrió el camino hacia la victoria que daba el ascenso. Segundo que el vitoriano consigue con este Alavés, tras haberlo rescatado de Segunda B en la temporada 2012-13.

La exitosa campaña alavesista tendrá su continuación en forma de premios en la gala de la LFP, en la que seguramente el técnico o algún jugador serán destacados.