vitoria - Y la historia se repitió. Igual que hace 18 años, cuando en aquella tarde del 3 de mayo de 1998, el Deportivo Alavés derrotó al Rayo Vallecano y logró el ascenso a Primera División. Ayer 29 de mayo, Vitoria no quiso dejar pasar por alto su primera oportunidad para tocar el cielo y amarró los tres puntos ante el Numancia arropado por un estadio que registró un lleno histórico. Tal fue la marea alavesista que el tradicional registrio oficial que el marcador suele anunciar en los descansos de los partidos ayer solo acertaba a decir: mila esker! Por no faltar no faltó ni la lluvia, al igual que ocurrió en aquel último ascenso. Lo demás, lo previsible. Enormes colas en las entradas, gente en las escaleras, colpasos en los accesos... No cabía un alfiler en el viejo Mendizorroza, que en el tramo final del partido, ya con el ascenso en la mano, recuperó la mítica ola que en su día nació en el Mundial de México en 1970. Por el camino se quedaron muchos minutos de tensión, alegría con el primer gol de Manu, más alegría con el segundo, el golazo de Raúl García, y tiempo para el orgullo con el himno, entonado a capela por casi 20.000 aficionados en un momento que quedará para la historia.