Vitoria - La parcela deportiva del Alavés podría verse sometida a una profunda renovación este verano mucho más allá de la posible salida de José Bordalás del banquillo de Mendizorroza. El máximo responsable de este área durante las últimas cuatro temporadas, Javier Zubillaga, concluye el próximo 30 de junio su vinculación con la entidad del Paseo de Cervantes y su continuidad no está para nada asegurada. Y eso a pesar de que su trabajo en el club, si finalmente se consigue el ascenso a Primera División, ha sido exitoso, ya que en la campaña 2012-13 ideó la plantilla que consiguió salir de Segunda B, posteriormente las que firmaron dos permanencias consecutivas y ahora la que se encuentra a las puertas de la máxima categoría.

El balance global del riojano en caso de nuevo ascenso es espléndido, pero, como en el caso de Bordalás, eso no es sinónimo de continuidad asegurada. Eso sí, en este caso la posible decisión de prescindir de sus servicios después de cuatro temporadas vendría marcada por aspectos meramente profesionales, no como en el caso del técnico, en el que imperan los personales.

En el lado del haber, además de los resultados, Zubillaga puede poner su capacidad para conformar plantillas muy ajustadas en el gasto -se ha quedado, incluso, por debajo de los límites que le han marcado- y también su defensa a ultranza de los intereses del club en cualquier escenario, con esa particular batalla con el Athletic como elemento habitual de todas las temporadas.

En el lado del debe, y siempre teniendo en cuenta las limitaciones económicas que le han venido marcadas desde arriba, a nadie escapa que la confección de la actual plantilla dista muchísimo de ser la mejor a la que se podía aspirar. El fracaso a la hora de cerrar el plantel en verano fue evidente, el nivel de muchos de los componentes del equipo dista muchísimo del mínimo exigible para competir por lo más alto en la categoría y de las apuestas del mercado invernal solo ha funcionado Bernardello.

Con el ascenso a la vista, el club podría optar por el reemplazo de un Zubillaga que le ha ofrecido un alto rendimiento en cuanto a resultados -mayor aún teniendo en cuenta el gasto-, pero que puede estar cerca de terminar su ciclo en Vitoria.