Vitoria - El Deportivo Alavés afronta el siempre esperado derbi contra Osasuna con ganas de celebrar y ahogar con una victoria sus recientes penas. Atraviesa el equipo vitoriano por su peor momento de la temporada en cuanto a resultados se refiere, pero el colchón de tranquilidad que fue capaz de conformar en sus mejores momentos le ha servido para mantenerse asentado en la zona de privilegio de la Liga Adelante. Eso sí, la renta no va a durar eternamente y los tres puntos se convierten en una necesidad más perentoria cada vez que transcurre una jornada sin conseguirlos. Más aún cuando la igualdad de la categoría propicia que cada triunfo sea como subirse en un cohete a reacción que propulsa hacia las más altas cotas. Tras cuatro partidos consecutivas sin degustar el sabor de la victoria, en la visita a Pamplona El Glorioso quiere regalarle a su afición un gran final de fiesta para que al final de los noventa minutos el jolgorio de El Sadar tenga continuidad en el viaje de regreso a Vitoria.

Tras una serie de partidos en el arranque de la segunda vuelta en la que los resultados estuvieron por encima de las prestaciones, en los últimos compromisos el Alavés se está ganando sobre el césped más premio del que está recibiendo al final de cada encuentro. Busca el cuadro albiazul igualar la balanza de resultados y sensaciones con un triunfo que finiquite la crisis y que sirva para mantener con firmeza la actual posición de privilegio en puestos de ascenso directo.

El gol se ha convertido en el gran problema para los pupilos de José Bordalás en unas últimas jornadas en las que las ideas de los albiazules se nublan por completo al acercarse a la zona de peligro. Una diana en cuatro partidos y sin un tanto a domicilio en los dos últimos desplazamientos a Miranda y Leganés. Como es lógico, sin goles no hay paraíso en el mundo del balompié y la puntería se convierte en cuestión preponderante en el derbi de esta mañana ante un Osasuna que también arrastra unos gravísimos problemas ofensivos que, como al propio Alavés, le han sumido en su peor momento de la temporada.

En esta tesitura, parece evidente, al menos a priori, que el gol va a ser la cuestión definitiva entre dos equipos con serios problemas para marcar. Y, como no puede ser de otra manera, tan importante como la efectividad ofensiva es la solidez defensiva. Precisamente, el buen trabajo atrás es virtud también compartida por albiazules y rojillos, que tratarán de hacer valer semejante poderío para superar al rival.

Asegurada la portería propia, El Glorioso tiene ante sí el reto de mejorar de cara a la portería rival. Y el primer paso para marcar es intentarlo. Mucho ha incidido esta semana Bordalás en la obligación que tienen sus pupilos de disparar cuando vean la ocasión. El gol alavesista tiene que ser cuestión gremial, no individual. Además de ese ánimo a sus jugadores para tratar de superar al guardameta rival, otra de las claves es recuperar el acierto a balón parado que el equipo tuvo en la primera vuelta y que le permitió acumular una buena cantidad de dianas en acciones de estrategia. El recuerdo del propio partido de la primera vuelta ante Osasuna, abierto con un cabezazo de Gaizka Toquero tras un saque de falta lateral de Dani Pacheco, es el mejor ejemplo.

En la alineación de Bordalás no cabe esperar ninguna gran sorpresa, aunque en los últimos desplazamientos el técnico alicantino ha dejado alguna pincelada que se ha salido de la normalidad. De momento, el preparador albiazul ya sorprendió ayer con la convocatoria del joven delantero del filial Asier Benito. En lo que al gol se refiere, el nueve de Amurrio se está saliendo en Tercera División con diecisiete dianas y podría ser una opción en el tramo final si hay necesidad de cara a la portería rival.

Dejando al margen esta inesperada citación de Asier Benito, regresarán a la titularidad con total tras cumplir sanción Sergio Pelegrín y Sergio Mora, con lo que la única novedad con respecto al once más habitual será, de nuevo, la presencia de Dani Estrada en el lateral derecho para suplir la baja del lesionado Javi Carpio.