Vitoria - El Deportivo Alavés ha asido con fuerza el mazo del líder y se ha dedicado a golpear en las últimas semanas con una contundencia colosal a sus rivales directos en la pelea por el ascenso a Primera División. Como si se hubiese transmutado en Thor. Como si fuese el mitológico dios del trueno de los nórdicos o el superhéroe de Marvel, El Glorioso ha agarrado Mjolnir, el martillo que le daba al personaje legendario su extraordinario poder, y se ha dedicado a demoler oponentes a mazazos. Y con la fuerza que le aporta su actual condición de dominador absoluto de la Liga Adelante, el equipo de José Bordalás tratará esta noche de seguir extendiendo su particular tiranía ante un Mirandés que ha sido uno de los pocos rivales capaces de plantar cara a los albiazules. Busca el Alavés eliminar de la carrera por el ascenso directo a un rival directo en esa pelea y, al mismo tiempo, una nueva victoria que suponga otro golpe de efecto dentro de la Segunda División.

Tras la última jornada, las distancias entre el cuadro alavesista y el resto de aspirantes al ascenso se han ensanchado de manera significativa. Los dos perseguidores inmediatos se encuentran ya a seis puntos de distancia. Puede parecer poco, pero es una diferencia muy considerable teniendo en cuenta la igualdad que reina en esta competición. El trabajo de hormiga de los albiazules está siendo colosal, sobre todo en unas últimas jornadas en las que sobre el césped el equipo ha bajado su nivel. Pero no ha sufrido una merma en su rendimiento, que sigue siendo colosal. Sin ir más lejos, en los tres últimos encuentros ha cosechado siete de los nueve puntos que se han puesto en juego sin dar casi en ningún momento la sensación de ser mejor que sus rivales. Y ahí, en saber mantener la compostura en los malos momentos, es donde se fraguan los grandes éxitos. Ganar cuando se juega bien entra dentro de los parámetros de la normalidad, pero seguir haciéndolo cuando no se puede brillar es algo que da empaque de grande.

Eso sí, en su visita al Mirandés el bloque de Bordalás está obligado a recuperar su mejor versión. No en vano, va a tener que hacer frente al equipo más en forma de la Liga Adelante. El vecino burgalés encadena tres victorias consecutivas que le han catapultado a la zona de play off. Y, a golpe de gol, se ha convertido en una seria amenaza para otros clubes de más renombre y abolengo. Ni siquiera la marcha al Mallorca en el mercado invernal de Lago Junior, el que fuera gran referente de su ofensiva en la primera vuelta, ha lastrado a los de Carlos Terrazas. Sin el que fuera su pichichi, los rojillos han hecho diana en diez ocasiones en las tres últimas jornadas. Es evidente que la clave para la victoria alavesista en Anduva pasa por desactivar semejante potencial de fuego en vanguardia y también por buscar los puntos débiles del sistema 3-3-3-1 de rombos que utiliza el técnico vizcaíno, quien de nuevo ha vuelto a sorprender al mundo del fútbol con un juego espectacular y tremendamente ofensivo.

Sabe de sobra el Alavés que no lo tendrá para nada sencillo ante el siempre incómodo vecino que ya campó a sus anchas por Mendizorroza en el duelo de la primera vuelta. Nada que se salga de la rutina, dicho sea de paso. Y es que al Glorioso, en esta etapa reciente, se le dan mucho mejor los partidos con el vecino en campo contrario que en el propio. Y eso pese a haber sufrido una humillante derrota en la última visita al renovado campo mirandilla que esta noche se apresta a vivir un histórico lleno. Entonces se perdió el último tren hacia el play off, mientras que ahora se buscará un nuevo mazazo que ponga todo un mundo de distancia con respecto al cuadro burgalés y ponga en situación de jaque al resto de rivales directos por el ascenso.

Con toda su plantilla disponible, la única duda en el once inicial de Bordalás está en la punta del ataque. La continuidad de la pareja formada por Juli y Toquero, al lado de los otros nueve jugadores que componen el núcleo duro de este Alavés, o la entrada de un Barreiro que en Anduva puede sacar petróleo en forma de goles que sirvan para poner la Liga Adelante patas arriba.