Alavés1
Toulouse2
DEPORTIVO ALAVÉS Pau Torres; Estrada, Laguardia (Borda, m. 75), Pelegrín (Einar, m. 61), Carpio (Aranda, m. 75); Femenía (Altair, m. 61), Mora (Llamas, m. 61), Manu García (Beobide, m. 75), Guichón (Pacheco, m. 75); Toquero (Carbonell, m. 82) y David Torres (Asier Benito, m. 61).
TOULOUSE Goicoechea (Ahamada, m. 45); Ninkov, Spano, Yago, Moubandje; Bodiger; Regattin, Sirieix; Ben Ali (Mayela, m. 45), Machach; y Roman.
Goles 1-0, m. 28: Guichón; 1-1, m. 36: Roman; 1-2, m. 43: Roman.
Árbitro Velasco Arbaiza (colegio vasco). Amarilla a Carpio (m. 38).
Estadio Mendizorroza. 6.536 espectadores.
Vitoria - La pretemporada alavesista vivió ayer su segunda estación en forma de amistoso y es evidente que a José Bordalás le queda todavía mucho trabajo por delante. El armazón del equipo y el estilo comienzan a ser ya claramente reconocibles, pero las piezas todavía están por ensamblar. Lo lógico cuando no se llevan ni dos semanas de trabajo y la mayoría de las sesiones se han dedicado a la preparación física. Pero todo sirve como aprendizaje y el equipo tiene que sacar la lectura de que algunos errores graves como los cometidos ayer contra el Toulouse no se pueden repetir porque se van a pagar muy caros.
El partido de presentación tenía un componente emocional que lo situaba por encima de cualquier otro amistoso, también por la categoría del rival, y por eso Bordalás optó de inicio por el que puede ser su once más reconocible, sobre todo teniendo en cuenta ausencias y fichajes que quedan por concretarse. Parece claro que muchos de los titulares de ayer repetirán presencia en el once inicial en Huesca.
Tras unos compases iniciales de dominio galo, Guichón forzó un penalti a los cinco minutos que él mismo se encargó de lanzar, aunque tanto ajustó que su disparo se fue al palo. Esa clara ocasión marrada supuso el despertar de un cuadro albiazul al que se le vieron las costuras ante un oponente mucho más avanzado en su pretemporada y, sobre todo, más fresco de piernas.
Con el 4-4-2 que claramente va a ser referencia, la figura más buscada en la ofensiva fue la de un Toquero todo movilidad. El vitoriano va a tener ahora el mismo papel que le llevó a brillar en el Athletic como acompañante del nueve. No es brillante ni vistoso, pero es un trabajo fundamental para que los compañeros disfruten de brillantez.
Quien comenzó a destaparse ayer como inminente nuevo ídolo fue Guichón. Lo demostró en Franco y repitió de nuevo ante el Toulouse. Para el Pipa no hay amistosos. Lo de partirse la cara por el escudo le pega muy bien. Y si encima se acompaña con un gol, como ayer, pues perfecto. Y es que tras errar el penalti, el uruguayo abrió el marcador tras completar con cierta fortuna, al rechazar el balón en un defensa, una buena acción individual.
Cuando parecía el equipo vitoriano haber controlado al rival, el conjunto galo sacó a relucir su calidad y aprovechó también la falta de compenetración de la zaga local. Ben Ali dibujó una jugada magistral para dejar un gol franco a Roman. Cuestión de talento. Más grave fue el fallo defensivo que propició el segundo tanto del propio punta francés. Tiempo hay para corregir, pero seguro que Bordalás enseñará el vídeo a sus jugadores hoy mismo.
Como pasase ante el Aurrera, en la segunda parte el ritmo alavesista decayó varios puntos. Lo lógico a estas alturas, cuando el trabajo físico ahoga. Más aún con los parones por los cambios. La igualada la tuvo en sus botas Toquero tras una nueva gran jugada de Guichón, pero el Toulouse se acabó llevando el Trofeo Diputación que vio debutar a Dani Pacheco como extremo zurdo.