Vitoria - Javier Carpio ha comenzado la que va a ser su tercera experiencia a las órdenes de José Bordalás tras las vividas en el Alcoyano y el Elche y la presencia del técnico alicantino en el club albiazul fue clave para que el lateral derecho salmantino optase por regresar al Deportivo Alavés, en cuyo filial ya militó en la temporada 2005-06, compartiendo entonces vestuario con Gaizka Toquero. El defensa charro conoce muy bien a Bordalás y sabía de antemano la exigencia que iban a suponer unos primeros días de pretemporada en los que la exigencia en los entrenamientos está siendo muy alta.

“Le he tenido tanto a él como al preparador físico en dos equipos y sabía que la pretemporada iba a ser intensa. Le gusta que el ritmo de los partidos sean altos, que desde el portero hasta el delantero estén implicados en el juego y en eso no me cabe ninguna sorpresa”, señaló el salmantino antes de enumerar las virtudes de su entrenador.

“La posibilidad de venir al Alavés surgió porque ya conocía al entrenador de otros equipos. Los dos nos conocemos y sé lo que espera de mí. Ya había estado en este club, en otra época y en el filial, pero cuando me llamaron no lo dudé. Me surgió la posibilidad y tampoco lo pensé mucho. Es un entrenador motivador, que te saca más del rendimiento que tienes tú, más del cien por cien, te exige y te hace tanto mejor persona como mejor futbolista. Si, como se ve, la gente vuelve con él, es por algo”, señaló un Carpio que tendrá una gran competencia en el lateral derecho con el exrealista Dani Estrada.