vitoria - La incorporación de Gaizka Toquero -que será presentado de manera oficial en la mañana de hoy jueves- a la disciplina del Deportivo Alavés supone, además de un innegable golpe de efecto y un salto evidente en cuanto a la calidad de los integrantes de la plantilla, una vuelta de tuerca más a la apuesta por las raíces que está llevando a cabo la escuadra albiazul. Y es que el combinado de Mendizorroza disfruta en los últimos tiempos de una vuelta al alavesismo que le lleva a apostar por jugadores locales como miembros de pleno derecho de su primera plantilla.
De esta manera, junto al recién aterrizado lehendakari, este curso militarán en el Glorioso -a falta aún de cerrar definitivamente el plantel- otros tres vitorianos. Se trata, en concreto, de Manu García, Sergio Llamas y Einar Galilea. Un póquer más que interesante del que, desgraciadamente, no existen demasiados precedentes en la época moderna del club del Paseo de Cervantes.
El último, de hecho, hay que buscarlo en la temporada 2008-09. Un ejercicio en el que, lastrado dramáticamente en lo deportivo y lo económico por la nefasta herencia dejada por Dmitry Piterman, el equipo terminó consumando el fatídico descenso a Segunda B. Un pozo del que le costó nada menos que cuatro campañas poder salir.
Pues bien, en esa oportunidad no solo había cuatro vitorianos en la plantilla sino que fueron cinco los que estuvieron sobre el césped con asiduidad. Este poco habitual repóquer estaba integrado por los defensas César Caneda e Iñigo Kalderon, el centrocampista Nacho Garro y los jóvenes -entonces- delanteros Igor Martínez y Óscar de Marcos, que daban sus primeros pasos procedentes del filial. Por si fuera poco, otro prometedor canterano -que finalmente no llegó a explotar como se esperaba- como era Jonathan Reguero llegó a formar parte de alguna convocatoria del primer equipo.
Al margen de la presencia más anécdotica de éste, los otros cinco fueron piezas importantes para los diferentes entrenadores que se sentaron en el banquillo. Así, César Caneda fue el más utilizado (3.409 minutos en 38 partidos) seguido de Calderón (2.795/32), Igor Martínez (1.393/34), Nacho Garro (1.044/15) y Óscar de Marcos (953/20).
Al margen de este año excepcional, lo habitual es que la cuota de vitorianos en el Deportivo Alavés se reduzca a uno o dos como mucho y en no pocas ocasiones ninguno. Así, por ejemplo, en el curso 2009-10 la representación recayó en Iker Guereñu, Jonathan Reguero e Igor Martínez mientras que el año siguiente estaban Asier Salcedo y Guereñu.
En definitiva, que la temporada que está a punto de arrancar puede considerarse sin duda una de las más prolíficas en cuanto a lábel local y habría que remontarse a las épocas de Tercera División para encontrar ejemplos que la superasen con asiduidad.