vitoria - Con las últimas incorporaciones el domingo del Athletic B y el Huesca, la Segunda División ya está definitivamente perfilada para la próxima temporada. Un ejercicio 2015-16 en el que el Deportivo Alavés volverá a encontrarse con compañeros de viaje de primera entidad que, al menos sobre el papel, situarán el listón de la exigencia para aspirar a la zona noble de la clasificación en un punto muy elevado.
Un escenario que también ofrece otra lectura, en este caso de especial importancia para los seguidores. Y es que la categoría de plata recupera inquilinos con estadios y aficiones de campanillas que se convertirán, sin duda, en apetecibles tentaciones para los incondicionales del Glorioso que no dudan en acompañarlo allá donde le lleve la competición.
Probablemente la más apetecible de todas para la gran mayoría será la posibilidad de pisar por primera vez el nuevo San Manés. El ascenso del filial rojiblanco le obligará a abandonar Lezama para trasladarse al nuevo recinto construido recientemente y compatibilizar su uso con sus mayores. De esta manera y a la espera de que el sorteo del calendario defina exactamente cuándo tendrá lugar la visita, esta salida se presenta como una inmejorable oportunidad para inundar de alavesismo la vecina Bilbao y disfrutar de un excelente ambiente futbolero con la sana rivalidad siempre presente.
Otro de los caramelos que ofrecerá la próxima campaña la Segunda es el regreso del Oviedo después de muchos años de dura travesía por el desierto de la Segunda B en busca de un ascenso que nunca terminaba de consumarse. Pese a todas esas penurias la afición carbayona nunca le ha dado la espalda al equipo -este último ejercicio ha contado con más de 16.000 socios- y la entrada en los despachos del multimillonario mexicano Carlos Slim le ha dotado de una solvencia económica insospechada hace apenas unos años. Todo ello, aderezado con un terreno de juego como el Carlos Tartiere en el que tanto los futbolistas como los seguidores que se desplacen hasta allí -en un viaje relativamente cómodo- podrán disfrutar de la solera que ha ido acumulando a lo largo de décadas de éxitos y amargos sinsabores.
El póquer de incorporaciones a la categoría provenientes de la Segunda División B lo completan el Nàstic de Tarragona y el Huesca que, sin poder compararse con los encantos de rojiblancos y asturianos, también son destinos que pueden invitar a una excursión futbolera en compañía del Deportivo Alavés. En el caso de la escuadra oscense porque la distancia no es excesivamente grande y en el de la catalana porque se puede aderezar el viaje con otros encantos turísticos abundantes en la zona.
De este modo, si apetecibles son las plazas que han dado el salto hacia arriba para encontrarse con El Glorioso a partir del próximo mes de agosto, no menos lo son los que se han visto castigados perdiendo su sitio entre los elegidos de la Primera División y ahora competirán un escalón más abajo.
Tanto Almería como Córdoba cuentan con pasado notable en la máxima categoría y disponen de recintos de primer nivel en los que reúnen habitualmente un buen número de aficionados. El estadio de los Juegos del Mediterráneo y el Nuevo Arcángel se ofrecen, por lo tanto, como buenas alternativas para conocer de primera mano escenarios de Primera División hasta hace apenas unas semanas aunque, en ambos casos, es cierto que los muchos kilómetros a recorrer juegan en su contra.
Por último, resta por desvelar la gran incógnita que en estos momentos todavía sobrevuela a la categoría de plata. Y es saber si el tercer descendido será el Elche o el Eibar. En estos momentos el condenado es el primero, lo que añadiría una plaza más de campanillas -donde el Alavés firmó su último ascenso a la Liga de las estrellas- a esta Segunda de Primera.