vitoria - Mucho tendrá que pelear Bordalás, al menos en sus primeros compases en Vitoria, para erradicar los prejuicios con los que accede al cargo de nuevo técnico albiazul. Y es que la apuesta del alicantino para ser el recambio de Alberto no fue precisamente bien acogida ayer entre la masa social del Alavés, donde se levantó una enorme polvareda. Las redes sociales ardieron al conocer que el ex del Alcorcón es el hombre escogido por el dúo Querejeta-Zubillaga para liderar el proyecto de la próxima temporada, el que está predestinado a permitir al cuadro vitoriano pelear por un puesto en la aristocracia del fútbol español. Al poco de hacerse pública su contratación a media tarde, lo primero que vino a la cabeza del alavesismo fue la agria polémica que Bordalás protagonizó el pasado mes de abril con Alberto a la conclusión del áspero duelo entre el Alcorcón y el Alavés. Como consecuencia de perder en casa (0-1) ante los albiazules y de sufrir el desgaste de varios técnicos rivales por practicar “juego sucio” y ser el equipo “más marrullero” de la categoría con una ingente cantidad de tarjetas amarillas y expulsados por partido, Bordalás llamó “llorica” al irundarra en la posterior rueda de prensa. “Yo no voy a llorar como una nena”, soltó sin ambages, en referencia al anterior inquilino del banquillo de Mendizorroza. Como otros colegas de profesión que sufrieron en sus carnes los brotes de dureza del Alcorcón, Alberto ya había alertado en los días anteriores acerca de la agresividad de los madrileños, que en el encuentro de ida celebrado en el campo del Paseo de Cervantes vio cómo dos de sus jugadores veían la tarjeta roja por culpa de las brusquedades y patadas a destiempo.

En realidad, los equipos de Bordalás se han granjeado una peligrosa reputación durante las cinco últimas temporadas. Datos en la mano, de hecho, han sido los que más amonestaciones recibieron con un índice de dureza desmedido que mantiene en permanente alerta a los árbitros. Sus futbolistas van al límite en cada acción y eso es algo, a menudo, contraproducente.

equipo aguerrido De lo que no hay duda es que Javier Zubillaga ha apostado por un técnico con un perfil muy marcado que le sienta como anillo al dedo. El Deportivo Alavés del futuro tiene visos de ser un conjunto áspero y aguerrido que no renegará del balón, que hará gala de una férrea disciplina táctica y que saldrá como una bala al ataque cuando se produzca la recuperación del esférico. Esos postulados son básicos para el director deportivo albiazul, que durante su etapa en Vitoria no se ha distinguido precisamente por incorporar a futbolistas virtuosos que gusten de tocar el balón en el centro del campo y sepan asociarse. El éxito en Segunda división, a su juicio, pasa por mantener la portería a cero y exhibir una férrea consistencia defensiva. De ahí que la elección de Pepe Bordalás sea coherente con su forma de ver el fútbol. En este sentido, la renovación de futbolistas como Beobide o Toribio, dos mediocentros de marcado corte defensivo, se perfilaría como la siguiente medida a ejecutar.