Vitoria - El partido contra el Racing era trascendental para dejar prácticamente sellada la permanencia en Segunda División sin tener que pasar apuros hasta los últimos partidos de la temporada y tras la victoria ante el cuadro santanderino puede afirmarse, sin apenas temor a la equivocación, que la próxima temporada el Deportivo Alavés seguirá militando en la Liga Adelante. La brecha que se ha abierto con respecto a la zona roja de la clasificación, por mucho que se pueda reducir al cierre de la jornada esta noche, es de tal magnitud -12 puntos y la diferencia de goles a favor- que solo una catástrofe que ahora se antoja imposible podría conducir al equipo vitoriano de regreso al infierno que abandonó hace dos campañas después de cuatro consecutivas purgando sus males.
Con ese objetivo cerrado a falta del tiempo preciso para que se confirme matemáticamente -siempre se habla de los 50 puntos, pero esta temporada todo hace prever que ni siquiera va a ser necesario alcanzar dicha cifra-, ahora llega definitivamente el momento de mirar hacia arriba en la clasificación. La sexta plaza se convierte ahora en el objetivo. Para nada sencillo, dado el poco calendario que queda por delante, pero este equipo ha demostrado que los retos complejos le motivan. Y pese a que ayer no ofreciese su mejor versión, lo cierto es que el cuadro dirigido por Alberto se ha convertido en las últimas jornadas en uno de los equipos más poderosos de la categoría de plata, gracias, sobre todo, a su enorme solvencia en Mendizorroza, donde ya acumula cinco victorias consecutivas.
El play off se encuentra aún demasiado lejos y muchos son los equipos que aspiran a esa sexta y última plaza que permite jugar por el ascenso, pero seguro que este Glorioso va a intentar buscar ese salto que serviría para rubricar una temporada notable. Conseguirlo es muy complicado, pero al equipo lo que se le pide es que lo intente, que dé todo lo que lleva dentro y que, al menos, ilusione a su afición durante unas cuantas semanas más.
Con los actuales 41 puntos que tiene el equipo albiazul, se necesitaría un final de curso rozando el sobresaliente para poder alcanzar los algo más de sesenta puntos que se prevén como necesarios para alcanzar la sexta plaza. Unas siete victorias en los once partidos que quedan por jugarse, una cantidad de triunfos que se antoja como ciertamente improbable.
No se le exige al Alavés que llegue a esas cifras que obligaría a rozar la perfección. Lo que quiere la afición es que el equipo no se relaje una vez que tiene su primer objetivo ya atado. Que, al menos, a la temporada le quede algún aliciente a lo largo de las próximas semanas para que la llama de la ilusión siga viva.
Regreso al pasado. Las gradas de Mendizorroza reciben la visita de muchos conocidos en todos los partidos del Alavés y ayer se acercó hasta Vitoria un exentrenador -también lo fue del Racing- del que no se guarda un grato recuerdo como Chuchi Cos.