Vitoria - La corriente es una semana en la que Alberto y sus ayudantes en el cuerpo técnico tendrán que reflexionar largo y tendido para tratar de dar con la tecla acertada en forma de alineación para afrontar el duelo de mañana contra el Mallorca. Días de dilemas, de mucho dar vueltas a la cabeza y de buscar la mejor opción posible para plantear un once competitivo con el que solucionar las últimas dudas gestadas tras las dos derrotas seguidas frente a Sabadell y Llagostera. Más allá del debate abierto en la portería, todo el eje central del equipo -igual con la única salvedad de Barreiro- se expone a un cambio drástico con respecto al último partido. Al final, en las manos de Alberto estará la decisión de cambiar unas cosas o mantener otras, pero lo que es evidente es que va a tener que darle muchas vueltas a la cabeza hasta las horas previas al partido.
El debate de la portería es el que ha centrado todas las tertulias alavesistas desde la errática actuación de Manu Fernández en Palamós, pero no es la única demarcación en la que existen dudas. Por ejemplo, la baja de Toribio, indiscutible a lo largo de todo el curso, sí que obligará a realizar una variación importante. Y, además de estos dos puestos, tanto en el eje de la zaga como en la línea de mediapuntas se pueden producir importantes variaciones. Por no decir que incluso el sistema podría variar para recuperar el 4-1-4-1 que tan bien funcionó frente al Zaragoza.
El debate de la portería puede ser el de más fácil resolución. En esta demarcación, y si alguien la conoce es el propio Alberto, la confianza es una cuestión de vital importancia. La que el entrenador tenga en el portero y también la que el guardameta tenga en sí mismo. Si el preparador alavesista entiende que uno de los dos preceptos falla, Manu se quedará en el banquillo por primera vez en Liga. De lo contrario, la alternativa será para un Goitia que tampoco es que transmita mucha confianza a la parroquia albiazul, pero que en sus actuaciones en Copa este año ha dejado unas sensaciones mucho mejores que las del pasado curso.
Pero hay más dilemas unos metros por delante de la portería. El primero de ellos, por orden en el campo, con la pareja de centrales. Por primera vez en lo que va de curso, el preparador irundarra podrá contar con los cuatro futbolistas específicos que tiene en plantilla para esos dos puestos. Y vista la actuación de los dos titulares el pasado domingo, no sería de extrañar que se produjese algún cambio. Migue y Jarosik, que en Palamós completaron un partido horrible, componían la pareja llamada a llevar los galones en el centro de la defensa, pero ante el Llagostera, la segunda vez que hacían tándem, evidenciaron unos graves problemas de velocidad actuando juntos. Con Einar en segundo plano, el regreso de Laguardia al once inicial tras cumplir su sanción se plantea como una alternativa muy lógica, ya que el aragonés sí que puede aportar esa chispa de velocidad al lado de uno de los dos veteranos. Medina y Raúl García en los laterales completarían la zaga.
El siguiente rompecabezas para Alberto se presenta en el pivote. Primero, en apostar por un sistema u otro, con uno o dos mediocentros. Después, en dar relevo al sancionado Toribio. Si se recupera el 4-1-4-1, quien más opciones tiene es un Rafa García que se ha erigido con la capitanía general en el centro del campo y que puede dar trabajo táctico y salida de balón desde atrás. El de Ciudad Real, que parece fijo en esa zona, actuaría al lado de Manu García si se apuesta por el doble pivote.
De la decisión de jugar con uno o dos mediocentros dependerá también la composición de la línea de mediapuntas con tres o cuatro futbolistas, aunque todo hace indicar que Alberto apostará de nuevo por la misma idea que tan buenos resultados dio ante el Zaragoza. Lanza y Toti parecen inamovibles en las bandas, pero para los dos puestos de interiores las alternativas son variadas.
La gran actuación de Juanma en los últimos minutos en Palamós y también en el citado recital ante el cuadro maño abren de nuevo al de Badajoz las puertas de la titularidad. Su calidad para el pase y su inteligencia con el balón son factores de los que hay que sacar provecho. La gran duda estaría en su acompañante, sobre todo visto en bajo rendimiento de Juli frente al Llagostera y su decreciente importancia en las últimas jornadas. Ahí, Vélez podría ejercer de alternativa para ofrecer un perfil más físico y sacrificado.
Para completar el puzle, donde menos dudas parecen existir es, precisamente, en la posición que ha sido más voluble a lo largo de todo el curso. Barreiro se ha alzado con la titularidad en punta del ataque y todo hace indicar que el gallego seguirá liderando la ofensiva.