Vitoria - El Deportivo Alavés dejó ayer en el vestuario el corsé que en muchos partidos ha atenazado su juego y Alberto apostó por poner sobre el verde un once en el que el talento destacaba por encima de todo. Los resultados de la tarde convertían el duelo con el Zaragoza en un cruce de caminos: ganar e ir hacia arriba o caer y asegurar el sufrimiento. En esa tesitura del cara o cruz, el técnico albiazul apostó por asumir más riesgos que nunca y el equipo respondió con el mejor partido de la temporada, evidenciando que, además de correr y sudar más que nadie, cuando se juntan en el césped los jugadores mejor dotados con el balón también es capaz de hacer un fútbol preciosista. Los artistas entendieron que habían de ponerse el mono de trabajo, pero al mismo tiempo no abandonaron sus más elegantes pinceles para dibujar el partido más bonito de la temporada y conseguir una victoria que pinta el futuro de tranquilidad.

Dispuso Alberto un par de cambios con las entradas de Juanma y Barreiro, pero, sobre todo, el Alavés presentó de inicio un perfil con el que anunció claramente una intención ofensiva olvidada en las últimas jornadas. Con Toribio como ancla en el centro del campo y Rafa García recorriendo metros con libertad, la presencia de futbolistas de calidad y con gusto por hacer cosas con el balón en los pies se incrementó de manera exponencial. Y eso sin olvidar la labor de asfixiar al rival desde arriba, ya que Toti fue el encargado de adelantar su posición y ejercer así de punta de lanza junto al mediocentro de Ciudad Real.

Así, un equipo que habitualmente apuesta por un juego muy directo abrió el abanico de las alternativas. Sin olvidar los desplazamientos en largo y el juego por bandas, a los albiazules no les quemó el balón en los pies como tantas otras veces antes. Y ya en los primeros minutos llegaron un par de avisos del peligro de esta apuesta, con un remate de Barreiro que sacó Bono y una cabalgada que Medina no pudo culminar.

Llevaba el cuadro albiazul el paso del juego, pero sin bajar la guardia ante la amenaza de un Zaragoza que es de esos equipos que interpretan a la perfección el contragolpe. Cualquier pérdida en zona de compromiso podía convertirse en un duro mazazo teniendo en cuenta la calidad maña. Cada vez pisaba el equipo local de manera más continuada el campo rival, hasta que en el minuto 22 Toti completaba una gran jugada con el gol que ponía al Alavés en ventaja.

Llegaba el momento de gestionar ese tanto de renta y, a pesar de ceder el balón, el cuadro vitoriano no se olvidó de atacar. Tanto es así que al poco Bono tuvo que estirarse al máximo para evitar que un cabezazo de Juanma, de nuevo a servicio de Lanza, acabase en su red. A partir de la media hora el nivel de las revoluciones bajó, pero ofreciendo siempre sensación de dominio.

Tras el respiro del descanso, seguro que el segundo tanto les pilló a muchos alavesistas en los vomitorios. Aprovechando a la perfección un fallo del rival, Lanza culminó a los treinta segundos del nuevo acto una nueva acción de trabajo colectivo. Recuperación de Rafa García y servicio de Toti que el barcelonés mandó a la red con tanta precisión como suavidad.

El Glorioso había destapado ya el tarro de la esencias ante un oponente que se desmoronó por completo. Y si no había sacado ya bandera blanca, los albiazules le obligaron con el tercer tanto, un nuevo ejercicio de precisión en la combinación entre Toti, Raúl García y Barreiro para que el punta cabecease.

Desatado, el Alavés incluso pisó más a fondo el acelerador todavía, como con ganas de desquitarse de tantas tardes aciagas. Y las ocasiones se siguieron sucediendo -llegaría el cuarto, de Toti, pero pudieron ser muchos más- cual torrente desbocado ante un Zaragoza que ya solo pensaba en aguantar el chaparrón. Eso sí, en medio de tanta locura era necesaria la cordura. La templanza de no arriesgar lo ya ganado. Y también la supo aplicar el cuadro albiazul para firmar su mejor partido de la temporada y dar así un salto en la clasificación a base de calidad.

Extraordinario. El alavesismo llevaba tiempo reclamando una presencia mayor de los jugadores mejor dotados técnicamente y ayer el irundarra apostó por varios de ellos. Con Toribio solo en el pivote, la conjunción de los Rafa García, Lanza, Juanma y Barreiro dio de sí un bonito y efectivo juego combinativo y mucha presencia en zona de peligro con posiciones claras con gran premio gracias a la efectividad.

Un once atrevido. Muchas veces Alberto había dado prioridad a los futbolistas de claro perfil físico por delante de los mejor dotados técnicamente, pero ayer compuso una alineación titular con muchos futbolistas de calidad que se asociaron a la perfección para ofrecer el mejor partido de la temporada.

Efectista y efectivo. El Alavés se sacó de la chistera su mejor partido de la temporada con un juego combinativo de mucha calidad y sin olvidarse de apretar en defensa. Además, vivió su tarde más brillante en el remate para acabar firmando cuatro dianas que, incluso, podían haber sido alguna más merced de las muchas ocasiones.

El salmantino pone la cara al sensacional partido de un Alavés que firmó su mejor actuación de la temporada. Dos goles, una asistencia y participación en los cuatro tantos. Brillante.

Con un partido de la excelencia del protagonizado ayer por el Alavés hay que hacer excepciones en el guión habitual y ningún jugador albiazul merece aparecer en este apartado.

4

1-0, minuto 22: Toti. Apertura de Rafa García a la derecha, donde Lanza gana la línea de fondo y pone un centro al que Barreiro no llega pero que soluciona Toti apareciendo en el segundo palo y rematando desde el suelo ya sin ninguna oposición.

2-0, minuto 46: Lanza. Recuperación en el centro de Rafa García, apertura a la carrera de Toti por la izquierda y el sevicio del salmantino lo recoge en el área Lanza, que marca de suave toque.

3-0, minuto 53: Barreiro. Gran jugada por la izquierda entre Toti y Raúl García y el centro medido del gallego lo cabecea Barreiro en el área pequeña.

4-0, minuto 89: Toti. Nueva recuperación en zona adelantada y Llamas le pone un balón en profundidad a Toti, que define salvando en regante al guardameta con disparo escorado.

Expulsó con roja directa a Rico en el minuto 68. Amonestó a Mario (minuto 16), Barreiro (minuto 40), Ruiz de Galarreta (minuto 57).