Vitoria - Durante toda una semana en el entorno del Deportivo Alavés no se ha hablado de otra cosa que de nieve y de una posible suspensión que al final se acabó confirmando. Queda pendiente de fecha en el calendario la disputa de dicho compromiso contra Osasuna, pero la vida sigue en la Liga Adelante y la entidad del Paseo de Cervantes está obligada ahora a regresar de manera inmediata a la normalidad para que el equipo no pague los efectos de los males provocados por el temporal de frío y nieve y pueda volver a trabajar cuanto antes en condiciones óptimas para así poder preparar un calendario que en lo inmediato presenta varios duelos contra rivales directos en la zona media-baja que van a determinar si el último tercio de la temporada puede afrontarse con moderada tranquilidad o si va a ser una constante guerra contra los nervios.
La primera obligación del club pasa por facilitar al equipo un espacio para su entrenamiento acorde a sus necesidades. La semana pasada fue del todo atípica en este sentido y, por esa parte, la suspensión del partido contra Osasuna no puede tomarse como algo negativo. Alberto se vio obligado a preparar ese duelo en unas condiciones para nada favorables, sobre hierba artificial y en las dimensiones del fútbol sala. Por ese lado, no puede decirse que el equipo hubiese llegado al encuentro lo mejor preparado posible. Tanto el sábado por la tarde como ayer por la mañana hubo de ejercitarse de nuevo la plantilla, un día en el módulo de atletismo de Mendizorroza y el otro en el Bakh. Con los futbolistas disfrutando hoy de una jornada de descanso, el club tiene que buscar soluciones para que el equipo pueda entrenarse en un campo de fútbol en condiciones óptimas. Y, en este sentido, con Ibaia lleno de nieve las alternativas pasan, casi con total seguridad, por buscar una instalación en las proximidades que no sufra el problema de la nieve o, incluso, por adelantar algún día el desplazamiento a Barcelona para poder así trabajar con absoluta normalidad en la Ciudad Condal.
Y es que la competición no para y la visita al Barça B aguarda en el horizonte. Se trata de un partido de vital importancia para los intereses alavesistas, ya que el filial blaugrana se encuentra en una situación muy comprometida y apenas consigue levantar cabeza en las últimas jornadas. El equipo de Eusebio es el más goleado de la Liga Adelante, pero El Glorioso ya sabe de sobra lo peligroso que es toparse con los jóvenes talentos de La Masia. Y es que en los tres enfrentamientos precedentes -los dos del pasado curso y el de la primera vuelta en el actual- se han saldado con unas derrotas muy dolorosas ante el filial barcelonista, al que siempre se la han concedido enormes facilidades y que en esas tres ocasiones ha conseguido coger aire en momentos delicados a costa del propio Alavés.
Ese partido supondrá el comienzo de una serie de duelos con rivales de la zona baja, con la excepción del Zaragoza. Posteriormente, habrá que repetir visita a tierras catalanas durante dos fines de semana consecutivos para afrontar los duelos con Sabadell y Llagostera.
Entre medias de esos compromisos podría situarse la recuperación del choque contra Osasuna suspendido el pasado sábado, aunque la intención de los dos afectados es que dicho partido se dispute el jueves 19 de marzo o, como mal menor, el miércoles 18. La idea es hacer coincidir la nueva fecha con la festividad de San José y que así puedan viajar a Vitoria todos los seguidores rojillos que así lo deseen.
Tras una primera toma de contacto el pasado sábado en el propio césped de Mendizorroza, los dos presidentes acordaron llamarse de nuevo a lo largo del día de hoy para cerrar cuanto antes un acuerdo. En este sentido, otra de las partes implicadas es Euskal Telebista, encargada de la retransmisión, que no se opondría a la fecha que ambos clubes pactasen. La idea de los dos máximos mandatarios es presentar un acuerdo cuando antes a la Liga de Fútbol Profesional y a la Federación Española de Fútbol para que no sea ninguno de estos dos organismos el que imponga su poder de decisión decretando una fecha que no se ajuste al deseo de los clubes.