Vitoria - El Alavés arrancará el sábado el segundo giro al calendario con una serie de partidos que se antojan como trascendentales en su objetivo de no pasar demasiados apuros para conservar la categoría. Y es que, empezando por el compromiso contra el Leganés en Mendizorroza, el equipo de Alberto tendrá que enfrentarse a lo largo de las próximas semanas a casi todos sus oponentes en la zona baja en una serie de duelos directos en los que será fundamental obtener buenos resultados para no tener que afrontar el durísimo tramo final del curso en un estado de alta necesidad ante conjuntos que se encuentran en la zona de privilegio.
Aunque la fractura en la clasificación no es todavía clara, mucho tienen que cambiar las cosas a partir de ahora para que se produzcan grandes variantes en la tabla y que se hundan los de arriba o resurjan los de abajo. Por esa razón el calendario inmediato que se le presenta al conjunto vitoriano está plagado de duelos directos con los que son sus actuales compañeros de viaje en los últimos vagones. De los doce próximos partidos, diez los disputará el Alavés contra equipos que en estos momentos se encuentran a una distancia de puntos mínima. Leganés, Recreativo, Osasuna... Hasta la visita del Tenerife a Vitoria en la trigésima tercera jornada, los únicos duelos que se escapan a la catalogación de directos en estos momentos serán contra Zaragoza y Alcorcón.
Echando la vista al arranque del curso, en esos primeros doce compromisos que fueron hasta la visita a Tenerife la cosecha ascendió a quince puntos. En esos primeros partidos del curso se mereció el cuadro albiazul bastante más recompensa, pero ahora el objetivo es moverse en una cifra similar, y a ser posible superior, para no alcanzar los últimos meses de competición con una necesidad acuciante.
El partido del sábado contra el Leganés es, además, de gran trascendencia para la situación de Alberto. El preparador guipuzcoano ha ido perdiendo crédito con el correr de la temporada y el duelo con el conjunto pepinero podría resultar mortal para sus intereses de no acabar con victoria. Los ánimos en Mendizorroza se han socavado seriamente con los últimos tropiezos. Es evidente que el equipo no atraviesa por su mejor momento y que hay decisiones que son difíciles de explicar, pero el irundarra está respetando fidedignamente la idea futbolística que se marcó desde la dirección deportiva y que tan poco está gustando a la mayoría de los aficionados albiazules. Pese a ello, parece evidente que un mal resultado el sábado pondría a Alberto en una situación muy comprometida y, pese al apoyo que se ha mostrado desde la directiva en sus últimas manifestaciones públicas, no sería de extrañar que se apostase por la solución drástica de la destitución para buscar un golpe de efecto. - B. Mallo