Vitoria - Aparcada ya la Copa del Rey con un último partido ante el Espanyol en el que se dio la cara y se opuso resistencia a un equipo de Primera División, el Deportivo Alavés afronta el cierre del año competitivo con el regreso a la competición de la regularidad y una cifra omnipresente en su cabeza. Los 25 puntos se han convertido en el gran objetivo albiazul en su visita al Girona para cerrar 2014 con unas sensaciones inmejorables y afrontar las vacaciones en un estado de tranquilidad prácticamente absoluto. No se trata de un número cualquiera, ni mucho menos. Y es que esos 25 puntos supondrían haber recorrido ya la mitad del camino hacia los 50 que en teoría aseguran la permanencia en la categoría de plata. Y eso con todavía tres partidos en el mes de enero para dar por finiquitada la primera vuelta. Cierto es que hay excepciones y el propio Glorioso protagonizó una de ellas la pasada campaña, cuando la salvación se situó en 51 puntos, pero por norma general ese medio centenar suele ser una cantidad más que suficiente para no sufrir. Así, el equipo de Alberto se plantará mañana en Montilivi con el objetivo de dar un nuevo zarpazo a domicilio, lograr encadenar dos victorias consecutivas por vez primera en todo el curso y así asegurarse unas Navidades tranquilas habiendo adelantado buena parte de los deberes del año.

“Veníamos de una racha mala en Liga, ganamos al Albacete con mucho sufrimiento y ahora vamos a Girona a jugar contra un equipo que está haciendo las cosas bien y en un campo complicado en el que la pasada temporada jugamos dos veces y no fuimos capaces de ganar. Un muy buen momento para sacar tres puntos, irnos al parón en muy buena situación y volver después de Navidad con mucha ilusión a retomar el final de la primera vuelta y toda la segunda”, señalaba Manu García ayer desde la concentración del equipo en Barcelona.

Los 22 puntos que en estos momentos refleja el casillero alavesista son la misma cantidad con la que el conjunto vitoriano terminó el curso pasado la primera vuelta, un déficit que le obligó a un esfuerzo extraordinario en la segunda fase, sobre todo en su tramo final, para amasar los 51 puntos que le dieron la salvación. Alcanzar los 25 mañana con todavía tres partidos por jugarse (Mirandés, Valladolid y Las Palmas) para el fin del primer acto liguero supondría haber recorrido ya la mitad del camino que conduce al objetivo ineludible del club, dejaría margen para posibles tiempos de penurias y no obligaría a hazañas como la que se produjo el pasado curso. Incluso con una mejoría el cuadro vitoriano podría optar a crecer en la clasificación.

muchos altibajos Eso sí, tampoco es garantía de nada haber acumulado semejante cantidad de puntos a estas alturas del curso o tener la mitad de la cantidad que se estima necesaria para salvarse al final de la primera vuelta. Solo hay que recurrir a los ejemplos de la pasada campaña, peculiar como pocas, eso sí, para hacerse una idea de que no todo sería pan comido. Con dieciocho jornadas disputadas el Lugo amasaba ya 26 puntos y después hubo de esperar hasta el último partido para asegurar su permanencia, situaciones similares a las vividas por Zaragoza y Mallorca (25). Eso sí, la palma se la llevó el Jaén, que se encontraba tras dieciocho partidos con 24 puntos, cerró la primera vuelta con 28 y acabó descendiendo, lo mismo que el Hércules que atesoraba 27 puntos en la primera vuelta y fue el primero en caer al sumar solo 18 en la segunda pasada al calendario.

La regularidad ha sido uno de los puntos fuertes del Alavés esta temporada y se hace muy difícil pensar que este equipo vaya a sufrir un desvanecimiento de extrema gravedad. Eso sí, ahí está reciente la mala racha de dos partidos consecutivos perdidos, una cuestión que no sería extraña que se repitiese en el futuro porque los altibajos en una competición tan extremadamente larga como la Liga Adelante están a la orden del día.

Por eso es tan importante conseguir los tres puntos en la visita a un Girona que no atraviesa por su mejor momento. Tras sufrir mucho la pasada campaña -el cuadro catalán firmó una remontada final catalogable a la del propio Glorioso-, los gerundenses iniciaron el nuevo curso al mismo ritmo que concluyeron el anterior y estuvieron incluso al frente de la tabla. Eso hasta sus tropiezos encadenados en unas tres últimas jornadas en las que solo han sumado un punto de nueve posibles, encadenando actualmente dos derrotas consecutivas. A pesar de ellos, el equipo de Pablo Machín marcha tercero en la tabla y es uno de los equipos defensivamente más fiables de la Liga Adelante, aunque con más problemas como local que de visitante.

“Es un equipo que sufrió muchísimo, como nosotros, para salvarse y ahora, con el mismo entrenador, están haciendo muy bien las cosas y van a ser difíciles, pero nosotros a disputar con la intención de sacar los tres puntos porque nos iríamos al parón con un buen colchón y con muchas ganas para luego volver y mirar hacia arriba”, aseveró el capitán alavesista.