0-1, minuto 35: Stuani. Balón hacia Stuani a la espalda de la defensa y el disparo del delantero uruguayo golpea en Laguardia y se desvía superando a un Goitia que nada puede hacer.

0-2, minuto 93: Stuani. Falta lateral que saca Manu Lanza y Stuani se eleva entra defensas para cruzar un cabezazo cruzado.

Amonestó a Alex (minuto 22).

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Vitoria - El Deportivo Alavés volvió a sufrir ayer un nuevo episodio de ese mal que le atenaza desde el arranque del curso y del que no es capaz de evadirse. El equipo vitoriano sufrió de lo lindo en una primera parte en la que el Espanyol fue superior, pero al que tuvo a su merced en el segundo acto. El cuadro periquito, tras errar muchas ocasiones, encontró el camino del gol en un remate de Stuani rebotado en Laguardia. Para El Glorioso fue misión imposible. Llegar y llegar, pero sin concretar. Y, para colmo de males, a punto de cumplirse el tiempo de descuento Stuani marcaba el segundo tanto blanquiazul, dejando así en mero trámite la vuelta.

Dispuso de inicio Alberto un esquema 4-1-4-1 en el que la novedad más importante la suponía la presencia de Juanma y Tejera por delante del único pivote. Los dos futbolistas mejor dotados a la hora de generar juego, juntos en la sala de máquinas. Dos jugadores, además, con experiencia en Primera, un factor en el que pareció fijarse bastante el preparador albiazul, ya que de los once titulares siete cuentan con partidos al máximo nivel. En todo caso, una declaración de intenciones clara: el juego alocado que propone el equipo vitoriano habitualmente iba a quedar aparcado el pos de un mayor control del balón. Y así fue. Al menos, después del susto inicial que salvó Goitia ante Manu Lanza. El Alavés buscó el dominio del esférico a través de sus dos particulares genios y Sangalli fue el encargado de sembrar el pánico sorprendiendo con sus rápidos movimientos, que unidos a las subidas por la izquierda de Castillo propiciaron que el cuadro albiazul pisase zona de peligro con insistencia provocando varias jugadas de peligro mientras que el equipo de Sergio González mostraba sus afilados dientes en sus rápidos contragolpes.

La apuesta de Alberto por algunos futbolistas no tan poderosos desde el punto de vista físico resultó beneficiosa en la ofensiva, pero, al mismo tiempo, supuso un problema a la hora de defender. El Glorioso genera una tela de araña de piernas que cortocircuita las líneas de creación de sus rivales y ayer ese sistema de contención no resultó, ni mucho menos, tan contundente como de costumbre. Así, el Espanyol generó enorme peligro con el balón y, sobre todo, creó muchos problemas en la estrategia, donde Manu Lanza puso a prueba los reflejos de Goitia y Laguardia salvó bajo palos un remate de Mattioni cuando la primera parte atravesaba ya su ecuador.

El sufrimiento albiazul era mayúsculo ante un oponente con una velocidad más en los metros decisivos y las acciones de peligro se acumulaban sin que los locales fuesen capaces de quitarse de encima el peligro. Justo cuando lo hicieron, en un contragolpe en el que se reclamó falta sobre Vélez, el cuadro periquito encontró la vía hacia el gol. Un balón a la espalda de la zaga dejó solo a Stuani y el remate del uruguayo lo desvió Laguardia superando de esta manera a un Goitia que se esperaba el disparo hacia el otro lado. Un tanto de diferencia al descanso incluso escaso para un Espanyol que disfrutó de muchas y muy buenas ocasiones para llevar más ventaja.

Tras el intermedio recuperó el Alavés oxígeno en sus pulmones y se aprovechó de los metros cedidos por un oponente que guardaba la ropa en busca de un segundo zarpazo a la contra. Con constantes balones a las bandas para centrar desde allí, sobre todo desde la izquierda, el equipo vitoriano avasalló a un Espanyol superado por este juego tan habitual en Mendizorroza. La pena, de nuevo, la ausencia de buenos remates a tantos servicios.

El ejercicio de martillo pilón fue de nuevo espectacular percutiendo repetitivamente, pero se chocó el equipo con el mismo mal de siempre. Lo hace casi todo bien El Glorioso hasta que llega la hora de definir. Ahí aparece un muro que ayer fue de nuevo infranqueable. Y, para colmo, en la única ofensiva visitante, ya en el minuto 93, Stuani conseguía el segundo gol que le quitó cualquier interés a una eliminatoria.

Una vez que ha alcanzado la titularidad va a ser difícil descabalgarle vistas sus excelentes prestaciones. Muchísimas llegadas por la banda con centros de enorme peligro.

Una tarde para olvidar y que en poco le va ayudar en la pelea con Galán por la titularidad. Innumerables pases errados y graves problemas en defensa para cerrar su banda.

Ritmo diferencial. Una de las mayores diferencias entre las distintas categorías del fútbol es el ritmo al que se juega y ayer el Espanyol demostró que en Primera la velocidad del fútbol está por encima de la que se marca en Segunda. El cuadro de Sergio Fernández generó mucho peligro a través de las arrancadas de unos puntas que generaron ventaja con su punta de velocidad creando innumerables problemas a la zaga albiazul.

Sin gol. El Alavés se hartó en la segunda parte de poner balones al área, pero de nuevo le faltó acierto a la hora de rematar y lo acabó pagando con un nuevo gol visitante.

Más atrevido. Apostó de inicio por Juanma y Tejera y el ataque del equipo lo agradeció, aunque también en defensa se sufrió bastante más en una primera parte en la que el Espanyol tuvo muchas ocasiones. En el segundo acto el Alavés fue dueño y señor, pero sus constantes llegadas al área rival no encontraron premio y ya en el tiempo de descuento el cuadro visitante resolvió la eliminatoria.