Vitoria - El Murcia fue uno de los grandes protagonistas de la pasada campaña en la Liga Adelante y también el actor principal de un verano tremendamente movido que terminó con el club pimentonero descendido a Segunda División B por incumplir la normativa de control económico impuesta por la Liga de Fútbol Profesional. Los problemas monetarios estaban a la orden del día en el conjunto grana, pero eso no fue un impedimento para firmar un año sobresaliente. Y eso que tuvo que hacer su equipo deprisa y corriendo, ya que se benefició del descenso administrativo del Guadalajara para recuperar la plaza que había perdido sobre los terrenos de juego. La temporada del Murcia fue excepcional y el equipo acabó luchando por el ascenso antes de que casi todos los componentes de esa brillante plantilla se desperdigasen, ya fuese por la finalización de sus contratos, mediante traspaso o por el descenso de categoría, por todo el mapa patrio revalorizados futbolísticamente tras un curso que resultó excepcional.
Hablar del Murcia del pasado año es hacerlo en primera persona del actual técnico del Betis, Julio Velázquez. El salmantino, salido del Villarreal, aplicó un fútbol de muy práctico y ordenado y convirtió al cuadro pimentonero en un equipo muy difícil de batir y espléndido a la hora de ejecutar las acciones de estrategia. Así condujo a una plantilla confeccionada a última hora y casi con retales hacia el play off de ascenso y los méritos personales le condujeron hacia el club verdiblanco, donde lo cierto es que está siendo muy discutido al no ser capaz de realizar un juego convincente ni tampoco de sacar tantos buenos resultados como a la afición del Benito Villamarín le gustaría.
De su mano, Velázquez se llevó al Betis a dos de los futbolistas que más minutos jugaron en el Murcia, el lateral derecho Molinero y el izquierdo Álex Martínez, que se encontraba a préstamo por el propio club verdiblanco y que pasó de no contar antes de irse a ser pieza indiscutible para el preparador charro antes de sufrir una grave lesión de rodilla hace un par de semanas.
Estos dos futbolistas acompañan a Velázquez en su periplo bético, pero la brillante campaña pasada del Murcia no pasó desapercibida en casi ningún sitio. Así, en verano encontraron un hueco en Primera División hasta cuatro componentes de dicho equipo: Eddy (Granada), Saúl Berjón (Eibar) y Mauro y Wellington (Almería), siendo este último un jugador cedido por el Arsenal, donde Arsene Wenger piensa en recuperarlo para la próxima temporada.
Eso sí, el movimiento más sonado fue el traspaso del goleador Kike García al Middlesbrough de la Football League Championship -segunda categoría inglesa- por alrededor de 2,5 millones de euros, una cifra que, en cualquier caso, resultó insuficiente para hacer frente a las deudas que el club arrastraba.
toribio, rumbo a vitoria La mayoría de integrantes del cuadro murciano que salieron del club encontraron fácilmente acomodo de nuevo en la Liga Adelante y son ahora puntales en sus respectivos equipos. Es el caso del alavesista Dani Toribio, quien solicitó la carta de libertad en cuanto se ejecutó el descenso administrativo y ahora es un auténtico referente para Alberto como el año pasado lo fue para Julio Velázquez.
Precisamente, para el mediocentro catalán el partido de mañana supondrá el reencuentro con un técnico que ha sido fundamental en su carrera. Velázquez fue el entrenador de Toribio en el filial del Villarreal en la segunda parte de la temporada 2012-13 y en su ascenso el curso siguiente a preparador del primer equipo se llevó consigo al gerundense, que jugó seis partidos hasta la destitución de su mentor para, tras su destitución y la llegada de Marcelino García Toral, marcharse al Murcia en el mercado invernal y reencontrarse la pasada campaña de nuevo con Velázquez para ser otra vez pieza fundamental en sus esquemas en el club grana.
Junto a Toribio, los Casto (Las Palmas), Dorca (Zaragoza), Truyols (Mallorca), Tete (Ponferradina), Iván Moreno (Racing) y Alcalá y Sergio León (Llagostera) componen esa particular diáspora en la categoría de plata, mientras que Dani Bautista encontró acomodo en un equipo puntero de Segunda B como el Oviedo. Precisamente, por el caos organizativo que supuso el descenso del Murcia, el jugador del cuadro asturiano se enfrentó el pasado domingo a su anterior equipo, un club pimentonero en el que solo Acciari, de entre los que fueron futbolistas importantes, se mantiene de ese equipo brillante que acuñó un Julio Velázquez al que actualmente las cosas no le van tan bien en el Betis.