Vitoria - Aguardaba el alavesismo con expectación el sorteo de la Copa del rey sabiendo de antemano que el nombre del rival no iba a ser de esos que quitan el hipo deportivamente y tapan unos cuantos agujeros económicamente y con el deseo silenciado de que fuese la Real Sociedad el oponente en suerte al ser el único que podía cumplir con esas dos premisas a los que aspiran en este torneo los modestos. Pero la bola del cuadro donostiarra, como cabía esperar, fue destinada a un equipo de Segunda B -el Oviedo- y club de Liga Europa que no cayó en gracia a un conjunto de la categoría de plata quedó emparejado con el Sabadell. Pocos eran los nombres atractivos que quedaban entonces y de entre ellos el del Espanyol era uno de los más llamativos. Así, El Glorioso tratará de dar la campanada ante un club que es de los mejores en la historia de la Copa, un torneo del que ha sido campeón en cuatro ocasiones (1929, 1940, 2000 y 2006).
“Toca el que toca y ha tocado el Espanyol. Es un muy buen equipo de Primera y dentro de lo que podía haber tiene muchísimo nombre y solera. Es un bonito partido para jugar y para la afición es una eliminatoria atractiva. Es un rival muy motivador, para que la gente venga al campo a ver un equipo de Primera y también para nosotros cuando vayamos a su campo. Es una eliminatoria muy bonita”, decía Alberto.
La cita, a expensas de que los operadores televisivos dictaminen fechas y horarios definitivos, se disputará los días 3 y 17 de diciembre. El primero de ellos en Mendizorroza en un partido que no tendrá un gran efecto llamada para los ajenos al Alavés, pero que es bastante llamativo para la parroquia albiazul. En la vuelta, además, El Glorioso tendrá la oportunidad de visitar por primera vez el estadio Cornellà-El Prat, rebautizado ahora como Power8 Stadium por mor del dinero.
Precisamente, la económica es la gran preocupación del club perico, que como cada temporada aspira a mantener su hueco en Primera División, donde actualmente es el octavo clasificado. Con alrededor de 130 millones de euros de deuda, gran parte de ella con Hacienda, la supervivencia pasa por mantener la categoría y por eso la Copa puede quedar en segundo plano con el técnico, Sergio Fernández, apostando por los jugadores que menos minutos hayan jugado.
Por su parte, el Alavés querrá repetir sus gloriosas andaduras en Copa de las campañas 1997-98 o 2003-04, cuando llegó hasta semifinales militando en Segunda y además firmó temporadas excelentes en la competición de la regularidad, subiendo en la primera y quedándose a las puertas en la segunda. Mucha tela que cortar queda para llegar a esa penúltima ronda y el primer paso habrá que darlo en diciembre -de pasar, en enero el emparejamiento sería ante el ganador del Rayo-Valencia- ante un Espanyol que es un auténtico especialista al K. O.