Vitoria - Las caras de cansancio eran evidentes ayer en el entrenamiento matinal de Ibaia. A pesar de haber retrasado el inicio de la sesión hasta el mediodía, los jugadores apuraron al máximo su llegada a la ciudad deportiva. Y es que, entre unas cosas y otras, la expedición arribó a Vitoria pasadas las cinco de la mañana y muchos jugadores seguramente no pudieron descansar en condiciones por culpa de los golpes arrastrados en un partido en el que el Mallorca repartió lo suyo. Así, Sangalli, que se tuvo que retirar a la media hora de juego con un fuerte golpe en la cadera, aseguraba estar bastante dolorido y, junto a Tejera, se quedó en el gimnasio y no participó en la suave sesión junto a sus compañeros.

Apenas estuvo el equipo tres cuartos de hora sobre el césped y, con la excepción de un Goitia que realizó trabajo específico de portería, los jugadores ni siquiera tocaron el balón. Carrera continua, estiramientos y de nuevo un suave trote antes de irse al gimnasio. Migue ni siquiera completó todos los ejercicios, maltrecho también tras el partido. Por su parte, Llamas, Castillo y Beobide, aquejados de problemas musculares, realizaron algunos ejercicios especiales.

La sesión estuvo marcada por la alargada la charla inicial, que se llevó alrededor de quince minutos. Como es habitual después de los días de partido, Alberto analizó el choque recién jugado y entre sus palabras, desde la lejanía, se pudo escuchar que se están haciendo “más cosas bien que mal”.

Los que se salieron de la tónica habitual fueron los discursos posteriores de Manu García y Migue. El capitán y uno de los jugadores más experimentados de la plantilla llevaron la voz cantante. La distancia y el viento hacían imposible escuchar sus palabras, pero es evidente que no era cháchara lo que allí se trataba. La derrota ante el Mallorca fue muy dura psicológicamente tras haber tenido el partido dominado y las declaraciones de Manu Fernández, repartiendo culpas sin ton ni son y sin realizar autocrítica, seguro que no han sentado nada bien en el vestuario, donde seguramente se ha hablado de lavar los trapos sucios dentro del mismo.

Lo bueno para el equipo es que la oportunidad para la redención es inmediata con el partido de mañana de Copa ante un Mirandés que tampoco está en buen momento. - DNA