vitoria - Después de dos semanas largas de deshojar la margarita, por fin desde las oficinas del Paseo de Cervantes sale la esperada fumata blanca. Bien es verdad que todavía no de manera oficial, pero la decisión está tomada de forma irreversible. Alberto López será el entrenador del Deportivo Alavés la próxima temporada, la que debería ser la de su asentamiento en la categoría de plata tras los muchos sufrimientos vividos el pasado curso.

De esta manera, Josean Querejeta se ha decidido por dar continuidad al proyecto y mantener en su puesto al hombre que cogió el timón de una nave prácticamente hundida a falta de once jornadas para la conclusión del campeonato y consiguió reflotarla gracias a un tramo final de curso notable. Unos méritos que le han permitido encontrar el premio que puede considerarse su primera gran oportunidad como entrenador en el fútbol profesional. Porque si sentarse en el banquillo de Mendizorroza para sustituir a Juan Carlos Mandiá podía entenderse perfectamente como un marrón teniendo en cuenta el pésimo estado en el que se encontraba el equipo, ahora la situación es muy diferente. Al frente de la plantilla desde el primer momento, podrá tratar de imponer su sello con total libertad y dispondrá de una plantilla completamente renovada.

A la espera de que el club certifique de manera oficial su nombramiento como entrenador, Alberto se convierte en la primera piedra del proyecto de la temporada 2014-15 y sobre la que se irá construyendo el nuevo edificio albiazul. Para empezar, tendrá que definirse con exactitud la composición del cuerpo técnico al completo -en el que la continuidad de Sendoa Agirre como segundo entrenador y Gerardo Izagirre como preparador físico son las principales incógnitas- y, a partir de ahí, comenzará la cascada de incorporaciones al equipo, algunas de las cuales se encuentran ya muy avanzadas.

En cualquier caso, resulta inevitable destacar también que la identidad del técnico albiazul para la próxima temporada ha sido un tema que ha generado un importante debate en las oficinas del Paseo de Cervantes. Porque la continuidad de Alberto no ha estado ni mucho menos garantizada pese a haber logrado la permanencia.

De hecho, los responsables de la entidad de Mendizorroza han estado sondeando el mercado de entrenadores durante las últimas semanas a la búsqueda de un candidato ideal. Sin embargo, ante la evidencia de que no lograban dar con ninguno que se ajustase al perfil que buscaban y, lo que es todavía más importante, que entrase dentro de los parámetros económicos que manejan, han optado por condecer la alternativa a Alberto.

Una situación que tiene bastantes semejanzas con la vivida hace un año con Natxo González. Entonces, los rectores del Alavés no creían que la continuidad del vitoriano fuera la mejor opción pero, ante el clamor popular que reclamaba que siguiese siendo el inquilino del banquillo local de Mendizorroza, no se atrevieron a no ofrecerle la renovación. Sin embargo, la pérdida de la confianza mutua era ya irreparable y cuando los problemas aparecieron en el tramo inicial del campeonato la cuerda, como suele ser habitual, se rompió por el extremo más débil y Natxo González acabó destituido. En esta oportunidad, al menos, Alberto López sabe que cuenta con el apoyo y la colaboración máxima de Javier Zubillaga. El director deportivo albiazul resultó clave en la llegada y ascenso del entrenador irunés dentro de la estructura del Glorioso y se ha convertido en su principal valedor para que pueda continuar dirigiendo al equipo la próxima temporada. A partir de ahora, sólo resta que Alberto dé con la tecla para llevar al Alavés a cotas más elevadas.