Jaén - La ciudad de Jaén vuelve a estar ligada de manera positiva a la historia de un Alavés que, tras dos ascensos, ayer festejó una histórica permanencia en La Victoria. Los cerca de seiscientos albiazules desplazados podrán contar en el futuro que ellos estuvieron en Jaén para ver al Glorioso resucitar de entre los muertos en uno de los finales más dramáticos de la historia del fútbol.
Desde primeras horas de la mañana se pudo ver por el centro de la ciudad a alavesistas que viajaron el viernes y sacaron a relucir sus colores. A mediodía, bajo un sol de justicia, las terrazas bullían de tertulias futbolísticas y se producían piques dialécticos entre locales y visitantes. Las sombras eran lugares cotizados y al amparo de las mismas se juntaban los albiazules, entre ellos el presidente, Alfonso Fernández de Trocnóniz, quien acompañado por su mujer y un grupo de amigos no dejó de saludar y recibir ánimos por parte de una representación vitoriano que aumentaba según se acercaba la hora de la comida, sobre todo en los bares de la Plaza del Pósito y sus calles aledañas.
Pero cuando verdaderamente se notó la explosión de alavesismo fue cuando se produjo el gran desembarco de todos los seguidores desplazados en autobús. El viaje que se inició de madrugada concluyó cuando se acercaba la hora de comer ya en la ciudad andaluza. Camisetas, bufandas, banderas y los colores azul y blanco fueron protagonistas en la procesión desde el estadio de La Victoria hasta la zona céntrica, donde la Catedral de la Asunción ejercía de imán en torno al cual se fueron juntando todos los albiazules, entre ellos los canteranos Einar y Arbeloa.
Algunos Incidentes La explosión de luz y sonido vino marcada por Iraultza 1921, que llegó al centro en torno a las 15.00 con una fuerte custodia policial que confiscó botes de humo y bengalas. Tras el almuerzo, el alavesismo en pleno se dirigió en romería a La Victoria. Allí los seguidores del Jaén tenían preparado un recibimiento especial a sus jugadores y también otro hostil al visitante. Nada nuevo bajo el sol ya que la eliminatoria del pasado año sigue escociendo mucho e incluso los roces verbales pasaron a los físico con alguna agresión. El punto amargo dentro de una jornada inolvidable.