Vitoria - El Deportivo Alavés ha dejado de hacer cuentas. Su calculadora ya no echa humo. Ni precisa de enrevesadas operaciones matemáticas. Cuando solo vale ganar poco importa lo que pase en el resto del mundo. Así se presenta el equipo albiazul al partido de esta tarde contra el Numancia, con la necesidad imperiosa de conseguir esos tres puntos que le permitan afrontar la jornada final con opciones reales de completar el sueño de la permanencia. Todo lo que no sea un triunfo supondrá una debacle que puede ser incluso absoluta. Y es que el fantasma del descenso puede materializarse si no se consigue esa victoria que es ineludible para encarar con opciones la jornada final.

Ahí es donde el discurso de Alberto gana importancia. No se puede estar pensando en lo que puede pasar en Jaén si antes no se ha ganado esta tarde. "El inicio de la semana, sobre todo, es mentalizarles de que el partido es contra el Numancia. Dando una vuelta por la ciudad la gente te comentaba que nos la jugamos en Jaén. Si no ganas al Numancia, no hay Jaén. Tenemos que estar súper metidos, que lo vamos a estar, pero al principio de semana era lo otro, pensar más en el partido siguiente, como si éste estuviera ganado porque el rival ya lo tiene hecho y ha cumplido objetivos. Por mi experiencia, estos partidos son muy difíciles de jugar, ellos no te van a dejar pasar, lógicamente, son profesionales y van a venir a hacerlo bien. Nos equivocaríamos mucho todos si pensáramos que el partido está ganado antes de jugar. A veces estos partidos te generan tanta ansiedad y estás tan preocupado de si el árbitro no te respeta, el rival no tiene prisa... Te vas quemando en situaciones muy puntuales que cuando llega la ocasión estás tan ido que la dejas pasar. No es fácil, porque hay mucho de emocional", advertía el técnico irundarra.

Controlar el aspecto mental se presenta como un aspecto fundamental dentro de un partido que puede propiciar diversos escenarios. Desde una ventaja inicial que allane el camino hasta la máxima complicación que puede suponer un gol en contra. La gestión de las emociones en cada una de esas situaciones que se pueden presentar será fundamental, ya que caer en un estado de extremado nerviosismo no sería para nada positivo para los intereses de un equipo que, al menos dentro del campo, necesita emplearse con la mayor de la serenidades.

Como recordatorio además de que el Numancia no va a dar facilidades a pesar de no jugarse nada, Alberto echó mano de su experiencia profesional. Y habló, precisamente, del partido entre la Real Sociedad y el Espanyol que condenó al Alavés a bajar de Primera. "Recuerdo un partido con la Real contra el Espanyol, en Montjuic, acabábamos de librar la semana anterior. Y estuvieron todo el partido llegando, tres postes, yo paré tres o cuatro. Y les veías desesperados por no meter. Y yo decía: es que yo no te puedo dejar pasar. Y metieron en el 92. Tú nos les puedes dejar pasar, eres un profesional y te lo tienes que ganar en el campo. Muchas veces hay tanta tensión ahí que la más increíble la fallas. Pero tienes que ser cabezón y seguir hasta el final. Se pueden dar circunstancias como que te metan un gol y tienes que estar preparados para ello. La semana ha sido de ir cargados de la mentalización que necesitamos para este partido y que no va a ser fácil", aseguró.

Más allá de estos aspectos, el Alavés tratará de dar continuidad a esa línea de regularidad que ha encontrado a lo largo de las últimas semanas, que le ha permitido ser muy competitivo ante los equipos de la zona alta y que ha propiciado conseguir una cosecha de puntos que ahora mantiene viva la llama de la esperanza. La solidez defensiva y tratar de no encajar gol son objetivos ineludibles ante un oponente correoso como el Numancia. Luego habrá que tener el acierto necesario para tratar de materializar alguna de las ocasiones que se presente y así poder ganar. Entonces llegará el momento de pensar en Jaén y en las matemáticas.