Vitoria - El particular Via Crucis que está siendo la temporada del Deportivo Alavés comienza a alcanzar estaciones ciertamente peligrosas para el protagonista de una historia que, como hace dos milenios, va con una pesada cruz a sus espaldas camino del Calvario. La fe en la salvación es lo único que le queda al Glorioso, pero esa creencia ciega no se sustenta solo del aire que se respira y precisa elementos palpables, en este caso puntos, para poder creer en una resurrección. Esa victoria que tantas jornadas lleva escapándose es el único resultado al que puede agarrarse un equipo que ha cometido tantas tropelías incompresibles que algún día tendrá que redimirse con una actuación libre de pecados. Por pura estadística, más que nada, llegará un partido en el que todo salga redondo y se puedan cosechar esos puntos necesarios para mantener viva la esperanza. Pero hay que lograrlos cuanto antes, ya que de lo contrario cualquier opción podría quedar sepultada.
Lo primero que tiene que hacer el cuadro albiazul para optar a ganar en su visita al Recreativo es mejorar radicalmente la imagen mostrada en sus últimos desplazamientos. Con la única excepción del partido ante el Barça B, el cuadro vitoriano acumula una serie de compromisos lamentables actuando como visitante desde que sacase tres triunfos consecutivos a domicilio en el arranque de 2014. La culminación del desastre, ya de la mano de Alberto, llegó en el duelo con el Tenerife, en el que se vio a un Alavés superado a incapaz de plantar siquiera cara a su oponente. Esta tarde el rival será uno de los aspirantes al ascenso, pero el cuadro onubense se encuentra de capa caída y últimamente vive de las rentas cosechadas en dos grandes inicios de cada vuelta. Además, el conjunto dirigido por Sergi Barjuan tiene serios problemas defensivos y concede demasiado, aunque en el otro lado de la balanza hay que situar también su enorme capacidad ofensiva. Así las cosas, los albiazules tendrán que redoblar su trabajo en tareas de contención a la vez que traten de aprovechar las vías de agua que habitualmente se les abren a los andaluces.
Casi con total seguridad, Alberto no tocará demasiadas cosas en el once inicial con respecto al que empató incomprensiblemente ante el Castilla hace siete días. El equipo, fallos a un lado, funcionó bastante bien en ese partido y de no haber sido por los goles regalados la victoria hubiese sido una realidad. Más que una lástima, ya que esos tres puntos hubiesen permitido viajar a Huelva con cierta calma para tratar de pescar en unas aguas del Colombino que también vienen un tanto revueltas.
Una de las novedades será el regreso a la banda derecha de Óscar Rubio por la lesión de Unai Medina. La otra bien podría ser la presencia en zona atacante de esa misma banda de Guzmán, reincorporado al grupo tras cumplir cuatro partidos de sanción. Con el amargo sabor del empate regalado en la primera vuelta, el Alavés buscará ante el Recreativo esa victoria que tanto tiempo se le viene escurriendo entre los dedos. Es la única manera de no quedar ya definitivamente descolgado. Es la única vía para volver a engancharse al sueño de la permanencia. Al Glorioso solo le queda la fe, pero sin puntos también se agotaría.