Vitoria. Juan Carlos Mandiá realizó ayer el habitual ensayo táctico que realiza todas las semanas dos días antes del partido, cuando trabaja aspectos muy concretos del juego del rival e indica a sus futbolistas cómo deben realizar la presión antes de trabajar las jugadas a balón parado. Pues bien, ayer, ya fuese por la ausencia de efectivos o por las ideas que ronden por la mente del técnico lucense, el ejercicio principal se desarrolló con un solo central, que era Luciano. Puede o no ser sintomático que en la parte inicial de esa prueba el preparador albiazul dejase solo al central gallego, sin la compañía de Jarosik que sería su pareja más normal. Así las cosas, la incógnita queda abierta hasta mañana, cuando se sabrá si el técnico alavesista opta por esta dupla o si, por el contrario, da un golpe de timón importante incluyendo a Samuel Llorca en el once inicial ante el Las Palmas.
Esa duda con la confección del eje central de la zaga es la única que queda abierta, ya que Mandiá parece decidido a repetir de nuevo con los mismos hombres que actuaron frente al Girona y que vienen siendo su base habitual. El ya citado Luciano recuperará su sitio ocupando el lugar que deja el sancionado Álex Ortiz y el resto de demarcaciones serán ocupadas de la misma manera que la semana pasada.
Con Crespo bajo palos, Medina y Nano ocuparán las bandas y de nuevo Manu García será el encargado de actuar como pivote, con Beobide y Emilio Sánchez por delante. Los extremos volverán a ser propiedad de Vélez y Toti, mientras que Viguera actuará solo en punta. El sistema y los nombres son los mismos que se han repartido la mayoría de los minutos desde la llegada del preparador gallego, aunque el rendimiento en forma de resultados ha sido bien diferente. Así, mientras que en Mendizorroza el sistema se ha demostrado ineficiente, a domicilio ha ofrecido unos resultados bastante beneficiosos.