Vitoria. Si la cara es el espejo del alma, la que el máximo responsable del Deportivo Alavés calzaba ayer después del penoso partido ante el Girona hablaba por sí sola de la peligrosa derivada que está tomando la situación del club tras el nuevo tropiezo, el enésimo, en Mendizorroza. Compareció Josean Querejeta en la zona mixta a petición de los medios de comunicación, en un gesto nada habitual que denota la gravedad de la actual situación. Y fue escueto pero concluyente el de Lazkao cuando fue interpelado por los periodistas sobre el futuro del equipo. Así, acertó a las primeras de cambio a compartir la misma "frustración" con el equipo que en estos momentos tiene la afición, que ayer terminó de estallar con una bronca y algunos pañuelos blancos en Mendizorroza que repartió entre los jugadores, el secretario técnico y el entrenador. "Claro que estoy preocupado y decepcionado. Cuando el público se enfada es que algo va mal. Tienen todo el derecho", reconoció Querejeta. A continuación respondió a las insistentes demandas de refuerzos para garantizar la categoría. Ahí también fue contundente el directivo: "Trabajamos para traer tres fichajes al Alavés, pero sólo vendrá alguien que aporte y mejore lo que hay".