La ausencia inesperada del entrenamiento matinal de ayer en Ibaia fue un Carlos Lázaro que arrastraba una pequeña sobrecarga y que se quedó trabajand en el gimnasio mientras que sus compañeros ensayaban la estrategia de cara al duelo con el Girona. El único de los lesionados con opciones de ser de la partida mañana, Iñaki Goitia, incrementó el ritmo con trabajo de campo con el balón y todo hace indicar que estará disponible para, al menos, poder sentarse en el banquillo ante los catalanes.