vitoria

DESPUÉS de cuatro campañas apagando fuegos en los campos de Segunda B, Eibar y Alavés certificaron el ansiado ascenso y la presente campaña vienen fajándose en Segunda División. Han transcurrido 18 jornadas desde que comenzase la temporada de la categoría de plata y la actualidad es bien dispar para los dos únicos clubes vascos representantes en la Liga Adelante, que precisamente hoy se debaten en el derbi de Mendizorroza, a partir de las 18.00 horas. Sobre el tapete, una colmena de voluntades entrecruzadas.

Llamados ambos a perseguir el objetivo de la permanencia, el Eibar, sin embargo, está resultando ser uno de los referentes del segundo peldaño del fútbol estatal. El club armero, reputado por ser el que más temporadas ha trenzado de manera seguida en Segunda, con 18, vive de la ilusión de un comienzo que invita a la mayor de las especulaciones: la lucha por el ascenso a la máxima división, de la que no ha formado parte nunca, no en vano, reside en la cuarta plaza. "El inicio ha sido bastante bueno y casi mejor de lo que se esperaba", repasa el técnico Gaizka Garitano, que aboga por la filosofía cholista del pensar partido a partido. Hay que tratar de ganar cada partido y si no, empatar, luego ya veremos dónde nos pone la clasificación. Estamos bastante arriba pero tal vez sea un poco engañoso, porque estamos todos los equipos en muy pocos puntos de diferencia", añade.

El Eibar reside en la cuarta posición de las seis de la clasificación que otorgan opciones de ascenso. Un cuarta escalón sobre el que se mece con 28 puntos, por las 33 unidades del líder Deportivo, equipo que precisamente sucumbió el pasado fin de semana en Ipurua ante este encomiable Eibar (2-1). Es concretamente este resultado sumado a la solidificación jornada tras jornada que concede los resultados, lo que hace que los pupilos de Garitano se vean espoleados anímicamente y aspiren, por estas fechas, a todo lo imaginable. Le avalan en la relación de equipos 8 triunfos, 4 empates y 6 derrotas, con 23 goles a favor y 18 en contra. No destaca especialmente en ninguno de los dos últimos apartados, pero hace prácticamente eficaz cada gol anotado, pues solo en dos encuentros ha ganado por más de un tanto. "Veo difícil mantener el pulso que estamos manteniendo, pero vamos a ver. Si me dices si creo que terminaremos cuartos, te diría que no. Veo muy difícil mantener esta racha de puntos, pero no va a ser por no intentarlo", advierte, situando a los jugadores como responsables de un idílico presente basado en la conservación del bloque que logró el ascenso a la división de plata. "Todos vamos a una", apostilla, cual receta para la gloria.

El triunfo en Ipurua ante el jerárquico Deportivo dio fin al lapso de dos derrotas seguidas y devolvió el crédito que viene amasando el bloque armero, que encara el derbi con desconfianza por ser a domicilio y ante un Alavés que, a su vez, se puso una tirita venciendo en la pasada jornada a un Lugo (2-1) de cotas altas.

La realidad del cuadro que dirige Juan Carlos Mandiá, entrenador entrante a comienzos de diciembre en sustitución del destituido Natxo González, es alarmante. Y es que, antes del botín recogido ante el Lugo encadenaba ocho partidos sin visitar al triunfo. Con Mandiá, de momento, en estado de cuarentena aún, el cómputo es de una victoria y una derrota, lo cual es esperanzador siendo el éxito ante un Lugo que es séptimo en la tabla, y el fracaso ante el líder Depor, acaecido en campo ajeno y por la mínima (2-1). Si bien, el combinado gasteiztarra debe seguir trabajando para consolidar el cambio de paso. Un dato con doble filo es que el Alavés cuenta con el segundo máximo goleador de la Liga Adelante, Borja Viguera, logroñés formado en la Real Sociedad y que computa en 12 sus dianas, por los 13 aciertos del artillero sportinguista Scepovic. Es un tesoro de efectividad, pero que alberga el peligro de la dependencia. Sin Viguera, que encabeza el cartel promocional del derbi de hoy vestido de caballero medieval, la situación quizás se vería agravada.

Agotadas 18 fechas del calendario, el Alavés es vigésimo primero, con 19 unidades en su casillero, merced a sus 4 victorias, 7 empates y 7 derrotas, con 28 goles favorables y 29 encajados -sorprende que es el tercero que más anota, pero el que más recibe, junto al Mallorca-; por ahora, el Girona, décimo octavo, marca la frontera de la salvación con 21 puntos. La distancia no es escandalosa, ni mucho menos, pero sí fue curioso ver la pasada jornada cómo los cuatro últimos clasificados ganaban y el propio Girona empataba. De modo que todos los equipos de la cola sumaron, elevando el listón en la zona roja de la tabla y, así, la exigencia global.

Con Mandiá también ha llegado la revolución. El nuevo técnico ha renovado la alineación en cuanto a nombres se refiere y ha reubicado posicionalmente a varios jugadores buscando la fórmula del éxito. "Han cambiado de entrenador, tienen ideas nuevas y veremos con el tiempo si eso es mejor o peor. De momento, será un partido difícil, porque en la categoría hay mucha igualdad, y en estos derbis se olvida la clasificación y se iguala todo. Esperamos un partido complicado, al igual que lo será para ellos también", augura Garitano.