vitoria. Una de cal y una de arena. Más o menos así puede definirse el resultado del regreso al trabajo del Deportivo Alavés en lo que a los jugadores lesionados hace referencia. La mala noticia tiene como protagonista a Pepe Mora que, tras confirmarse que padece un pinzamiento lumbar (que le obligó a abandonar el terreno de juego en la la primera parte del encuentro ante el Lugo), está prácticamente descartado para el derbi del próximo sábado. Por el contrario, las esperanzas se centran en Mauro Quiroga. El argentino recibió un fuerte golpe en el tobillo durante el entrenamiento del domingo y pese a que no pudo ejercitarse con el grupo se espera que hoy ya trabaje con normalidad. Algo que ya hicieron en la jornada de ayer Manu García y Toti, que acabaron la última jornada con pequeñas molestias.
Precisamente el jugador salmantino fue el encargado de valorar la situación del equipo tras el triunfo conseguido. Aunque reconoció la importancia del mismo, de inmediato puso de relieve que la escuadra albiazul aún tiene un largo y duro camino por delante. "Ganamos el partido, pero seguimos en descenso. Hemos roto la barrera psicológica de no ganar, pero no nos podemos relajar ni tirar cohetes. Estamos penúltimos y hay que seguir para salir del descenso", significó. Toti también se refirió al importante derbi ante el Eibar y reseñó que "tenemos muchas ganas de ganar para irnos al parón con tres puntos más".
Precisamente de cara a este encuentro el club del Paseo de Cervantes anunció ayer los precios de las entradas. La principal novedad es que las directivas de ambas entidades han pactado vender las entradas para las aficiones rivales a 20 euros, lo que supondrá que cuando los seguidores del Glorioso se desplacen a Ipurua en la segunda vuelta tengan que pagar esta cantidad. Para el sábado, se espera una nutrida presencia de aficionados del Eibar en Mendizorroza.
el mirandés cesa a Arconada Por otro lado, el Mirandés anunció ayer la rescisión del contrato de Gonzalo Arconada, que tomó las riendas del equipo el pasado verano tras suceder a Carlos Pouso. Después de cuatro meses de competición, el consejo de administración del club decidió destituir al técnico guipuzcoano, lastrado por los últimos resultados.
De hecho, parte de la afición mirandesista empezó a cuestionar la labor del entrenador hace varias semanas. A pesar de haber llegado a ser líder en la cuarta jornada, el Mirandés ha ido perdiendo efectividad hasta situarse a un punto de la zona de descenso. Todo apunta a que el vizcaíno Carlos Terrazas será su sustituto en el banquillo.