Vitoria. La trayectoria de Juan Carlos Mandiá en los banquillos da mucho de sí y no son pocos los jugadores que han estado a sus órdenes. Habrá quienes le recuerden con cariño y buenas palabras porque de su mano tuvieron la oportunidad de brillar y otros que en la memoria no guarden momentos gratos por no disfrutar de su confianza. Así es el fútbol, que no deja de ser un deporte en el que los egos están por encima de todo, pero, en todo caso, quienes han estado durante los últimos años en alguno de los equipos que ha dirigido el nuevo preparador alavesista coinciden a la hora de señalar que es un técnico que vive el fútbol con intensidad, muy meticuloso y de un trato cercano con los jugadores.

dani bouzas

"Va a calar en Mendizorroza por su gran intensidad"

Quien fuera jugador del Deportivo Alavés en la aciaga temporada 2009-10 fue pupilo de Mandiá en el Club Deportivo Logroñés en la campaña 2002-03 en Segunda División B, en la que era la primera experiencia del técnico lucense alejado de las categorías inferiores del Real Madrid donde dio sus primeros pasos en los banquillos. El centrocampista gallego, que además asegura ser buen amigo y mantener una fluida relación con el nuevo técnico albiazul, considera que es un entrenador "que va a calar en Mendizorroza por su gran intensidad".

"Es un entrenador que vive con mucha intensidad los partidos y que se preocupa mucho porque todo salga perfecto. Le gusta hablar mucho con el jugador y corregir cuando algo no le gusta para tratar de sacar el máximo rendimiento de un equipo. Es muy dialogante y cuando te tiene que decir algo no se lo calla", indica Bouzas, que actualmente, ya colgadas las botas, también ha escogido la vida de los banquillos y es el entrenador del equipo juvenil del Móstoles, club en el que también tiene responsabilidades en el fútbol base.

En cuanto al estilo, el que fuera centrocampista gallego con un amplio recorrido, asegura que Mandiá es uno de esos técnicos a los que les gusta mucho "manejar la posesión del balón, sacarlo jugado desde atrás y mantener las líneas juntas para meterle mucha intensidad al juego en busca de la recuperación cuando se pierde el control".

anaitz arbilla

"Cada entrenamiento lo vive como si fuese el último"

El lateral derecho navarro que actualmente milita en las filas del Rayo Vallecano se convirtió en uno de los mejores jugadores de Segunda División en su demarcación de la mano del técnico gallego, del que destaca su "trabajo táctico defensivo" y su manera de vivir el fútbol.

"Vive cada entrenamiento como si fuera el último día y hace mucho hincapié en todos los aspectos, sobre todo en los defensivos. Con él veíamos muchos vídeos en los que hacía especial incidencia en aspectos defensivos: mantener las marcas, que el equipo esté junto, que no metan pases por dentro...", señala Anaitz Arbilla.

Otro de los aspectos en los que, según el futbolista navarro, incide repetidamente el nuevo técnico albiazul es en mantener las líneas compactas y que el equipo no se rompa: "Le gusta que sus equipos sean sólidos, que mantengan la posesión y que jueguen. Apuesta por sacar el balón jugado desde atrás, pero, sobre todo, insiste en la necesidad de que el equipo se mantenga junto, que no se rompa en ningún momento".

En el trato personal, Arbilla destaca la cercanía y las ganas por ayudar cuando vienen mal dadas. "A mí me dio mucha confianza con su cercanía, ya que siempre intenta apoyarte en lo que puede. Sobre todo, cuando te ve en problemas o de bajón, siempre tiene un momento para hablar contigo", concluye.

diego rivas

"Estudia mucho al rival y con eso modifica el planteamiento"

En esa última etapa de las tres que Mandiá ha vivido en el Hércules estuvo también el centrocampista del Eibar Diego Rivas, que recuerda al gallego como un entrenador al que le gusta que su equipo "esté tácticamente bien situado, que juegue con intensidad, sea fuerte en defensa y los de arriba tengan cierta libertad para definir". Pero si algo destaca el mediocentro armero de su anterior preparador es su capacidad de análisis para preparar los partidos: "Planifica la semana estudiando mucho al rival y con eso modifica los planteamientos para hacer valer las virtudes de su equipo y buscar incidir en los puntos negativos del rival".