Vitoria. Juan Carlos Mandiá se alejó todo lo que pudo del discurso habitual del entrenador que asume los mandos de un banquillo mediada la temporada y en una grave crisis deportiva. Lo primero que quiso dejar claro, tanto que lo repitió constantemente, fue la dificultad que entraña en Segunda División alcanzar los 50 puntos en los que se cifra la salvación, sobre todo después de un inicio de curso en el que se han escapado muchos puntos. Pero, a renglón seguido y de nuevo de manera insistente, dejó claro el técnico gallego que no quiere ver a un Deportivo Alavés dubitativo, contemplativo o tembloroso por la carga que arrastra. "Tenemos que ser kamikazes, transmitir que vamos a por los partidos y que somos valientes. No quiero medias tintas. El que nos gane, que lo haga porque ha sido mejor, pero no porque sea más valiente o decidido que nosotros. Tenemos que ser valientes para atacar y decididos con lo que hacemos. Hay que emplearse a fondo", aseveró quien desde ahora es el encargado de comandar desde el banquillo la nave del Paseo de Cervantes en la senda hacia la permanencia en la categoría.
Mandiá dejó claro desde el primer momento que en Vitoria también quiere imprimir ese sello de equipo ofensivo que trata de implantar en todos los clubes a los que dirige, pero al mismo tiempo dejó claro que para alcanzar lo que quiere se necesita tiempo y que la necesidad ahora pasa por comenzar a sumar de tres en tres. De nuevo, la idea que de que no quiere medias tintas. Y por eso no quiso incidir especialmente en los problemas defensivos.
"En un par de días no podemos volver a los jugadores locos tácticamente. Solo podemos pedirles que sean intensos y valientes. Tenemos que ganar ya y el 5-4 ó 6-5 nos vale. Si dejas la portería a cero tienes un punto, pero con eso ahora no nos llega. Yo no puedo decir que un puntito es un puntito porque la media no nos da para llegar a los 50, pero está claro que siendo fuertes defensivamente vamos a ganar. Hay que defender con todo, pero cuando ataquemos, también. Si metemos tres goles, mucho mejor que si metemos dos", aseveró.
Y si en lo defensivo no mostró una especial preocupación, tampoco se vanaglorió del rendimiento ofensivo de un equipo que hasta la fecha marca goles con inusitada facilidad. Un punto a favor, pero que no cree que sea determinante si no existe rendimiento en otros apartados: "Es un factor importante, pero no clave para ganar Si los delanteros son fantásticos, meten muchos goles, pero no ayudan... A lo mejor el año que viene firman contratos muy buenos, pero al equipo ahora eso no le vale. Necesitamos que todo el mundo se esfuerce para marcar, pero también que todos se esfuercen para que no nos marquen".
Lo que Mandiá exige a sus futbolistas es que respondan al apoyo de la afición de Mendizorroza, que considera ejemplar y que no se encuentra en muchos sitios. "Pocos clubes puede decir actualmente que tienen una afición como la del Alavés, que es espectacular y empuja mucho, que es muy importante. Si tenemos al público empujándonos así, tenemos que dar lo mejor de nosotros mismos. Hay que llegar a 50 puntos lo antes posible, pero también tenemos que hacer que la gente se sienta orgullosa con nuestro juego", insistió.
Y también tiene claro que quiere que los futbolistas tengan la cabeza limpia, que se olviden de los problemas arrastrados. "Si especulas mucho y le das muchas vueltas a las cosas igual no piensas en jugar", aseguró, al mismo tiempo que mostró su completa confianza en los jugadores que en estos momentos están a sus órdenes para sacar el objetivo adelante. "Me han contratado para sacar rendimiento a lo que tengo y estos jugadores que están ahora son los que tienen que ganar los partidos", concluyó.