Vitoria. A la considerable lista de damnificados tras sus polémicas declaraciones del pasado lunes, léase directivos de clubes, padres, jugadores y aficionados, Maroto anotó ayer en su particular cuaderno de bitácora a la oposición municipal, que nuevamente en bloque cargó con dureza contra "un populismo barato" y "despreciable", que lo único que ha provocado ha sido "enfrentamientos inútiles y polémicas estériles" entre vecinos de la capital. Abrió juego en este sentido Iratxe López de Aberasturi, de Bildu, que en declaraciones a DNA criticó la falta absoluta de información del alcalde en todo este asunto para lamentar después su regreso a los tiempos de Unidad Alavesa, "un discurso que debería estar más que olvidado", reconoció la concejal. "Nos parece que Maroto no tiene que entrar en estos temas porque el señor Querejeta pueda en un momento determinado romper relaciones con unos u otros, ni creemos que se tenga que meter en una cruzada anti Athletic. Volvemos a tener un discurso que debería estar olvidado, el del provincianismo o vitorianismo bastante ridículo".
Discurso rancio de la derecha Abordó a continuación la representante de Bildu la pirámide deportiva que Maroto pretende copiar de Bizkaia y Gipuzkoa, ante la que salió al paso para matizar sus palabras. "Puede que en Bizkaia sea así, pero en Gipuzkoa, que es donde gobernamos, desde luego no se hace como ha dicho. Allí se da un dinero a la Fundación de la Real Sociedad, pero sólo para temas de tecnificación", aclaró.
En la misma línea crítica con la improvisación del alcalde se posicionó Blanca Guinea, del PNV, que calificó de "error gravísimo" querer marginar a algunos clubes por no querer plegarse a la exigencias del Deportivo Alavés. "No puede ser que Maroto defienda y respalde el monopolio de Querejeta en lugar de potenciar el deporte base, que es el que nos interesa y preocupa como Corporación", añadió la jeltzale.
Inquietos ante los enfrentamientos derivados entre vecinos y clubes a cuenta de este asunto, desde el PNV se conminó ayer al Gobierno a reconducir la situación en favor de la estabilidad común, un extremo que consideran harto difícil teniendo en en cuenta los antecedentes del alcalde. "Hoy (por ayer) tenía una buena oportunidad, pero lejos de apaciguar los ánimos Maroto es como el pirómano-bombero, que todo lo incendia", concluyó Guinea. También la concejal socialista Maite Berrocal se sumó a las críticas con un discurso igualmente sancionador. Así, denunció en primer lugar el nuevo episodio de populismo del alcalde -"no tiene ninguna gracia para hacerlo y además se le nota"-, para incidir después en la "manifiesta irresponsabilidad" con tantas familias y chavales. "No es de recibo que ofrezca la sensación de absoluta improvisación que ha tenido, ni de que asuma la bandera del alavesismo porque no está para eso. Se debe a todos los alaveses y no sólo a los intereses de un grupo encabezado por Querejeta, al que da la sensación de haberse plegado", denunció.
Es de esperar, concluyó la edil socialista, que impere la razón y Maroto recule apelando al sentido común por el bien de todos. No lo cree así, en cambio, el PNV, que habla de "cortinas de humo para tapar su mala gestión, incluída la del fútbol base", ni Bildu, que tacha este nuevo capítulo de Maroto como "rancio y muy propio de querer sacar votos de la derecha española".