Vitoria. Las aguas continúan bajando revueltas entre Deportivo Alavés y Athletic de Bilbao a cuenta del fútbol base. 24 horas después de que la entidad albiazul anunciara a través de un comunicado que rompía relaciones con Ibaigane harto de esperar una rectificación por parte de sus directivos tras el affaire con la cantera, las reacciones continuaban sucediéndose ayer tanto en las redes sociales -donde el debate fue subiendo de tono a lo largo de todo el día entre aficionados de ambos equipos- como en la esfera privada. En este sentido, fuentes de la Junta Directiva de Ibaigane llegaron en algún momento a ironizar sobre los verdaderos motivos que llevaron a Josean Querejeta a tomar tan drástica decisión. Se hizo eco de ello, por ejemplo, el diario DEIA, que citando estas mismas fuentes, destacaba en su edición impresa de ayer que el verdadero objetivo de la ruptura de las relaciones por parte de la entidad albiazul no era otro que el de "obtener su minuto de gloria" ante su masa social más allá de los argumentos esgrimidos. En la misma línea, siempre según las mismas fuentes, la Junta del Athletic habría advertido tras conocer el anuncio del cese de las relaciones que el Alavés no puede "marcar la hoja de ruta" del conjunto bilbaíno en el caso de la cantera, "ya que en Ibaigane se está investigando, en sus propios tiempos, la actuación de sus responsables de captación en Álava".

En este punto, y en vista de la negativa del club que preside Josu Urrutia a desaprobar públicamente la forma de actuar de estos técnicos, la entidad alavesa decidió el miércoles dar por rotas sus relaciones institucionales y deportivas con el Athletic, al menos, hasta que expire el mandato del actual presidente en 2015. Una situación ya conocida en el fútbol vasco -Osasuna y Real Sociedad, sin ir más lejos, también rompieron relaciones con Lezama en 2005 y 2006, que más tarde se recuperaron- que sin embargo no parece que vaya a incomodar ahora a la actual Junta. "El Athletic va a defender sus intereses. Debemos valorar bien y estudiar este caso, y si el Athletic tiene algo que decir lo dirá, pero porque el Athletic lo crea, no porque lo crean otros clubes como el Alavés", sostuvo el presidente rojiblanco minutos después de la pasada Asamblea de Socios Compromisarios. Sea como fuere, y a la espera de que este asunto se enfríe con el paso del tiempo - "estos episodios son gajes del oficio", vino a decir el propio Urrutia en la última Asamblea- , la consigna en Ibaigane pasa por el silencio absoluto, empezando por el propio presidente. Queda por ver si ante esta postura de inexplicable inmovilismo, el Deportivo Alavés decide continuar adelante y emprender algún tipo de acción legal, como advirtió el martes, ante las injurias, descalificaciones y mentiras recibidas por parte del Athletic en la polémica carta que lo precipitó todo.

Accionistas albiazules Mientras tanto, la parroquia albiazul se alineaba ayer de forma rotunda con la decisión asumida por el club. Al menos algunos colectivos como Accionistas Albiazules, cuyo presidente, Alfredo Vázquez, salió al paso a título personal para respaldar una decisión que defiende la imagen del Alavés ante las "hostilidades del Athletic, que ha sido quien realmente lo ha provocado todo". A pesar de reconocer que una medida de este calibre no será buena para ninguna de las dos partes, Vázquez justificó la ruptura, que calificó como "un derecho y un deber" ante un clima de "colonialismo deportivo insoportable al que alguien tenía que plantar cara".