Una de las imágenes que se grabaron en la retina de los espectadores durante la prórroga del duelo entre el Girona y el Alavés fueron los notables problemas físicos que arrastraban varios jugadores del cuadro catalán, mientras que por el bando vitoriano esas muestras de cansancio, que lógicamente también existían, no eran tan patentes. Fue tal la superioridad física del conjunto albiazul durante el tiempo extra que resultó hasta llamativa y a punto estuvo de ser desequilibrante. No se trata, en todo caso, más que de una nueva muestra de que la preparación física del equipo vuelve a ser excelente. Ya lo fue la pasada temporada, cuando de la mano de Gerardo Izaguirre se pudo ver a un equipo muy poderoso en casi todos los tramos del curso y en el presente varios jugadores vuelven a evidenciar que se encuentran algunos peldaños por encima de sus competidores en cuanto a resistencia. Incluso futbolistas que no están en su mejor forma, como Serrano o Nano, no se vinieron aparatosamente abajo con el paso de los minutos, aunque es evidente que notaron el esfuerzo. La preparación física es un aspecto fundamental que el Alavés parece volver a dominar.