Vitoria. Seguramente casi nadie esperaba cuando arrancó la temporada que aquellos jugadores que consiguieron el ascenso a Segunda División fuesen a tener, de manera mayoritaria, una gran relevancia en los planes del nuevo proyecto en la Liga Adelante. Nada más lejos de la realidad, ya que en este inicio de curso esos héroes del alavesismo siguen siendo piezas trascendentales en los planes de un Natxo González que ayer demostró su confianza en la vieja guardia al alinear de inicio a siete de esos futbolistas que ya militaban hace un año en este equipo. No se trata de la primera vez que lo hace, ya que el técnico vitoriano también situó como titulares a siete veteranos ante el Las Palmas, pero llama la atención que con el paso de las jornadas sean esos mismos jugadores los que siguen tirando de un carro que ayer se mostró más engrasado que nunca, quizá, en parte, ayudado por el hecho de que estos futbolistas ya se conocen a la perfección.
Rubio, Luciano, Manu García, Beobide, Jaume, Guzmán y Viguera conformaron ayer el once titular y volvieron a responder de maravilla. Con algunos casos existían dudas acerca de su adaptación a la exigencia de la categoría de plata, pero, en líneas generales, la respuesta de todos ellos está siendo excepcional y lo cierto es que no desmerecen demasiado a futbolistas que llevan ya años de experiencia en Segunda. Es cierto que hay aspectos que han de limarse -por ejemplo, las complicaciones en las que se mete Luciano con el balón en los pies-, pero las que eran las virtudes de estos jugadores hace una temporada se mantienen ahora y aportan un sello de consistencia y seguridad a un equipo que, eso sí, precisa de la inmediata integración de los fichajes para ver su rendimiento incrementado.
Precisamente, el hecho de que muchos de los recién llegados no estén todavía preparados para ofrecer un buen rendimiento ha ido en beneficio de este grupo de veteranos en los que Natxo González tiene plena confianza. Por ejemplo, ayer se recuperó esa antológica pareja formada en el doble pivote por Jaume y Beobide, quienes de nuevo ofrecieron un rendimiento espectacular en la destrucción a base de presión y colocación.
Eso sí, para destacados Viguera y Guzmán, quienes han pasado de ser el terror del Grupo II de Segunda B a sembrar el pánico también en la categoría de plata. Que se lo pregunten al Sporting, ya que tanto el riojano como el extremeño, en jugosa asociación con Vélez, fueron ayer fundamentales para allanar el camino hacia la primera victoria, triunfo comandado por esta vieja guardia que también responde en Segunda.