vitoria. Como todos los proyectos, las dudas inherentes al inicio de la temporada solo el tiempo las despejará. A priori parece que la plantilla que ha confeccionado el Deportivo Alavés ofrece garantías para asegurar una permanencia holgada, pero el rendimiento hay que demostrarlo sobre los terrenos de juego. Precisamente, será con el rodar del balón cuando se puedan despejar, o confirmar, las dudas que deja en algunos aspectos la plantilla.
Por una parte se encuentra la adaptación de los nueve futbolistas procedentes de Segunda B a la categoría de plata. Algunos futbolistas que fueron piezas fundamentales en el ascenso van a perder relevancia en el presente curso, pero lo importante es que respondan con garantías cuando tengan que jugar. Los Rubio, Guzmán o Viguera van a seguir siendo muy importantes, pero hay que ver cómo responde el resto a la nueva exigencia, aunque en este sentido se ha apostado por doblar posiciones con hombres experimentados.
En este sentido, más relevante parece el hecho de haber contratado a un buen puñado de futbolistas que han visto marcadas sus últimas temporadas por graves lesiones que han coartado sus trayectorias en la élite. El caso más claro es el de Serrano, que era una estrella en Primera en Santander, pero que lleva mucho sin jugar. Algo parecido le ocurre a Juanma. Los dos cuentan con una buena trayectoria, pero sus estados físicos tienen que mejorar mucho para que puedan ser desequilibrantes. Otro aspecto a tener en cuenta es la veteranía de un equipo que tiene muchos futbolistas por encima de la treintena, aunque este hecho no debe ser impedimento alguno y a la larga puede ser muy positivo.
Pero si hay una duda que emerge por encima de todas tiene nombre y apellidos y se llama Quiroga. El argentino está llamado a ser el referente ofensivo del equipo, pero viene marcado por un año en blanco y en estos momentos se encuentra en un estado físico inapropiado. Esa demarcación se completa con Vélez y Laborda, pero por sus cualidades ninguno de los dos está capacitado para ejercer de nueve puro y goleador. Así, de la puesta a punto y el rendimiento de Quiroga dependerá en buena parte el éxito o el fracaso de un Alavés que, de salirle mal esta apuesta, podría pagar el hecho de no haber optado por reforzar todavía más su delantera con otro punta.