No parece un rival fácil el que aguarda al Deportivo Alavés para el partido inaugural en su regreso a Segunda División. No obstante y retrotrayéndonos a las declaraciones de Natxo González, "todos son grandes" en esta categoría.

No lo es por presupuesto el Girona, que el pasado curso con un montante entre los cuatro y los cinco millones de euros -uno de los más bajos de la categoría- terminó cuarto y a punto estuvo de alcanzar la Liga de las Estrellas desde el subsuelo. Sin embargo, ejemplos como el suyo y el del Alcorcón, en idéntica situación hace unos meses, dan una medida de la igualdad de la competición. Con todo, parece bastante difícil que los gerundenses repitan la jugada, aunque no tanto que sean un rival de entidad.

El primer cambio, y más importante desde la distancia, atañe al banquillo. Joan Francesc Ferrer Rubi abandonó la disciplina albirroja para enrolarse en el cuerpo técnico del Barcelona. Casi nada. De hecho, la obligada renuncia de Tito Vilanova le colocó en las quinielas para primero del equipo de los Messi, Neymar, Xavi, Iniesta... Ricardo Rodríguez le toma el relevo en su debut en la categoría. Sin embargo, el nuevo técnico tiene un currículo tan exótico como incierto de cara a su desempeño esta temporada. La escuela del Real Madrid en México, la selección sub- 17 de Arabia Saudí o el filial del Málaga (en estos dos últimos casos hizo labores de segundo con el primer equipo) comparten hoja de servicios con el propio Girona al que ascendió a Segunda B en la 2006-07, en una campaña en la que había fichado por el juvenil pero fue promocionado en la jornada 22. Además, Rodríguez ha desempeñado varias labores en múltiples áreas deportivas allá por donde ha pasado.

Tras la buena temporada, la espantada ha sido general en un Girona que cuenta con la mitad de la plantilla del pasado curso. Como corresponde a su presupuesto, sus incorporaciones tampoco han sido de relumbrón, aunque el discurrir de la temporada pondrá a cada uno en su lugar.

Bajo palos, el club catalán se ha hecho con Jorge Palatsí del Villareal B. En defensa se incorporan Carles Mas, del filial, e Iván López del Levante, como cedido, al igual que Jonas Ramalho, prometedor lateral del Athletic cuya cesión se hizo efectiva ayer. En el centro del campo, regresa Matamala en su tercera etapa en el club catalán con, nada más y nada menos, que 37 primaveras. Timor llega prestado desde Osasuna también para la media. La delantera es la línea más reforzada con el desembarco de Chando Torres (AEK Larnaka), Gerad Bordas (Villareal), Marc Serramitja -regresa tras una cesión al antiguo equipo de Natxo González, el Sant Andreu- y Adrià Carmona. Este último es una joven promesa que llegó a ser internacional sub-17 y a fichar por el Milán, previo paso por la cantera del Barça. A sus aún tiernos 21 años, busca enderezar su carrera en Girona. En definitiva, múltiples alteraciones en una plantilla en la que todavía se mantiene buena parte del esqueleto que hizo factible la mejor temporada de su historia con hombres como Bordas, Jofre, Moises, Chus Herrero, Richy, Felipe o Jandro.

jandro y vélez Será un encuentro con cierto regusto nostálgico para Ion Vélez y Jandro Castro. El albiazul aterrizó en Gasteiz tras haber participado de los éxitos gerundenses el pasado curso. Por su parte Jandro vistió la elástica babazorra entre los ejercicios 2005-06 y 2006-07. Con ocho goles, el artillero recibió por tercer año consecutivo el galardón Quini que premia al mejor goleador asturiano en cada categoría, en este caso en Segunda, y se convirtió en un magnífico recambió para la dupla formada por Acuña y Benja, ambos ya fuera del club albirrojo en el Udinese y el Córdoba.