Vitoria. La portería del Alavés lleva mucho tiempo acogiendo a demasiados -y muy diferentes- inquilinos año tras año. Desde que el argentino Martín Herrera triunfara en Mendizorroza durante la última era de esplendor albiazul ninguno de sus sustitutos ha podido ganarse el puesto fijo durante varias temporadas. En una posición que acostumbra a ser ocupada por el mismo hombre durante varios años -al menos en los grandes equipos-, la escuadra vitoriana parece destinada a no dar con la tecla adecuada que garantice un dueño absoluto bajo sus palos.
Sin embargo, este verano el Alavés está dispuesto a cambiar esta dinámica con el fichaje de Iñaki Goitia, el único de los refuerzos que ha sellado un contrato de más de una campaña. Los dos años que figuran en la vinculación del antiguo guardameta del Mirandés son toda una declaración de intenciones. A sus 31 años y con experiencia en Primera, Goitia llega para convertirse en la nueva esperanza de la portería albiazul. Lo hace para desdicha de Iván Crespo, excompañero suyo en el cuadro de Anduva que le arrebató la titularidad, por lo que tuvo que abandonar Miranda rumbo al Paseo de Cervantes para apuntalar la meta de Natxo González.
Lo hizo, de hecho, con mucha solvencia, pero ni siquiera eso le ha servido para ganarse el puesto de cara al ansiado retorno a Segunda. Una situación que mantiene en vilo su continuidad pese a su renovación. Ayer el club presentó a Jorge Mediavilla, de 19 años, destinado a ejercer de titular en el filial vitoriano y cubrir las espaldas de Goitia y Crespo en caso de sanción o lesión de alguno de ellos. El fichaje de Mediavilla, que aterriza procedente de una Gimnástica en la que cuajó una gran primera mitad de campeonato -en el tramo final su rendimiento bajo unas décimas-, resulta un tanto sorprendente si tenemos en cuenta que el segundo equipo del Alavés contaba ya con un portero de futuro, Sergio Herrera, que llegó a debutar con el Alavés en el Camp Nou.
Fue su momento de gloria, pero ahora, con 20 años recién cumplidos, deberá hacer frente a la competencia de Mediavilla, al que desde el club definían ayer como "una apuesta de futuro con mucho potencial". "Hemos elegido un portero joven, igual que Sergio Herrera, para que los dos puedan ser el futuro", declaró el director deportivo, Javier Zubillaga. Unas palabras que probablemente -aunque con otro origen- le suenen a Javi Montoya, predecesor de Herrera en el filial albiazul y candidato a un hueco en el primer equipo, que tuvo que abandonar Vitoria rumbo a Barakaldo ante la falta de oportunidades. Y eso que el joven cancerbero se encuentra disputando estos días la pretemporada con un equipo de Primera División, el Betis de Pepe Mel, por el que fichó recientemente con vistas a formar parte del filial bético. Los guantes alavesistas que antes utilizaron Urtzi, Miguel, Alberto, Ardouin, Bernardo o Pagola, cuya estancia en Mendizorroza acabó con más pena que gloria. A partir de este curso, Iñaki Goitia toma el relevo de todos ellos dispuesto a erradicar tan desafortunada tendencia.