Vitoria. Como si no existiese el mañana. Así quiere que se tome Natxo González el partido de ida ante el Jaén su equipo. Como si apenas seis días después no hubiese un partido de vuelta y el ascenso dependiese solo de vencer en La Nueva Victoria. "Queremos sacar un buen resultado allí, debemos de tratar de no pensar en un partido de vuelta. Decía el otro día que prefería haber jugado primero en casa que fuera. Primero, por los datos del Jaén; y otro motivo, que muchas veces confundimos y pensamos demasiado en el partido de vuelta. Como tenemos partido de vuelta con nuestra afición... Nos equivocaríamos. Tenemos que ir con la idea que hemos ido durante todo el año, de salir al campo con la intención de ganar. Y nos tenemos que olvidar de que hay un segundo partido. Indiscutiblemente, a medida que vaya pasando el encuentro, en el último cuarto de hora o media hora, en función del resultado, sí tienes que ser capaz de gestionar y pensar en el segundo partido, pero trato de que entiendan que tenemos que salir al campo sin pensar en el partido de vuelta", aseguró.
En este sentido, el preparador vitoriano marca como objetivo fundamental marcar al menos un gol en tierras jiennenses y por eso señala que nada debe descentrar a sus pupilos de ese objetivo: "Tenemos que hacer un gol, eso lo tenemos muy claro. No puede faltar la capacidad de consolidación dentro del campo. Tendremos momentos mejores y otros malos. Nunca tenemos que perder la compostura, tanto si nos meten como si metemos un gol. Nosotros tenemos que intentar hacer un gol, tenemos que buscarlo. Por el hecho de ir a buscar ese gol, si te meten uno no te va a afectar tanto, porque tú estás convencido de que vas a marcar. Si encajas uno, tranquilos, como vamos a meter uno... Lo que más me preocupa es que el equipo mantenga la madurez y personalidad que ha tenido durante todo el año. Hay una línea a seguir que hay que mantener, tenemos que ser fieles a lo que nos ha traído hasta aquí".
Aunque el trabajo de entrenamientos semanal ha sido igual al de semanas precedentes, el preparador alavesista es consciente de que un play off es muy diferente a todo lo vivido hasta la fecha y considera fundamental encontrar el nivel de mentalización adecuado para afrontar el duelo con el Jaén.
"Es un equipo que ha trabajado todo el año cada día al máximo y, aunque todos somos conscientes de la semana que es, a la hora del trabajo no es diferente, es un equipo muy responsable y honrado en este sentido. Tenemos que abstraernos un poco de todo lo que nos rodea. Lo más importante es que cuando entremos en el campo tengamos muy claro lo que tenemos que hacer, para eso el nivel de concentración tiene que ser máximo, para que la toma de decisiones sea la correcta", aseveró.
Esto se traduce en no salir excesivamente relajados porque entonces "el rival te pasa por encima", pero tampoco demasiado excitados, ya que en ese momento se pueden cometer errores por jugar con demasiadas revoluciones: "La concentración y el nivel de activación es lo más importante para que la toma de decisiones sea buena. Si tienes miedo a perder o a fallar la toma de decisiones no va a ser la correcta y es cuando te vas a encontrar un resultado adverso. Tan malo es estar hiperactivado como no llegar. Sabemos que cuando uno está sobreexcitado te lleva a cometer errores, tarjetas absurdas... Encontrar ese puntito óptimo tampoco es fácil, porque somos humanos, somos personas, sabemos lo que nos jugamos y todo eso no es fácil de gestionar. Trataremos de estar lo mejor posible en ese sentido para que lo futbolístico pueda luego marcar la diferencia dentro del campo".
Lo único que todavía no tiene Natxo González preparado es el discurso de motivación previo al partido. Los sistemas, los puntos fuertes y débiles, las advertencias, todo está ya listo y en la mente del técnico empiezan ya a fluir las palabras con las que tratará de sacar el máximo de sus jugadores.
"Trataré de decirles: chicos, es nuestro momento. Y para que así sea cada uno tenemos que sacar nuestro potencial y con ese potencial tenemos que estar tranquilos. Tenemos que confiar en nosotros a nivel individual y tenemos que confiar en el compañero. Antes de los partidos hay un grito, en el cual nos cogemos todos en cadena y el significado de esa cadena es que, cuando tú estás amarrado por el grupo, nadie se cae, porque si te desvaneces estás agarrado por los compañeros. Esa cadena tratamos de llevarla al campo y cuando alguien tiene síntomas de desvanecimiento va a tener al de al lado que le va a ayudar. El mensaje es que el colectivo es el que vence y tenemos que funcionar como tal, que es lo que nos ha traído hasta aquí".