Vitoria. En el último tramo de la temporada, en el que un mayor punto de irregularidad se ha adueñado de sus resultados, el Deportivo Alavés está agradeciendo la tranquilidad y el reposo que conlleva dormir sobre un cómodo colchón. Todos los puntos que laboriosamente fue cosechando el equipo de Natxo González durante el verano de su campaña le están sirviendo en la actualidad como salvaguarda cuando su rendimiento y su ritmo puntuador han decrecido. Mientras que el resto de sus contrincantes se ensamblaban, el cuadro albiazul lo hacía a ritmo de vértigo en un arranque liguero demoledor que le llevó a sumar la friolera de 37 puntos en las quince primeras jornadas. A partir de ahí, el equipo ha entrado en una fase de resultados más irregulares, pero la ventaja adquirida entonces le sirve ahora para mantenerse cómodamente asentado como líder del grupo, aún con una tranquilizadora renta en el zurrón.
Es evidente que quien ocupa el primer puesto lo debe a la virtud de haber sido el más regular a lo largo de toda la campaña, pero analizando los números alavesistas hay que destacar como clave su sensacional arranque liguero para entender que ahora se encuentre donde está. En esas quince primeras jornadas -hasta el duelo con el Racing en Mendizorroza-, el cuadro de Natxo González apenas dejó escapar ocho puntos en dos derrotas y un empate, lo que le sirvió para abrir una brecha con sus perseguidores que ha sabido administrar a la perfección hasta la fecha.
Así, el actual perseguidor más inmediato, el Bilbao Athletic, cedía tras quince partidos ocho puntos y marchaba tercero. El rival más cercano entonces, el Eibar, se encontraba a tres. El siguiente, el Lleida, ya estaba a una eternidad, doce puntos. A trece estaba el Amorebieta y el último implicado en la pelea por el play off, el Barakaldo, se encontraba a veinte puntos. Algunos abismos ya se antojaban insalvables por entonces, mientras que en la pelea por el primer puesto el cuadro alavesista comenzaba a marcar el terreno.
escaso recorte De entonces a esta parte, el inquilino del Paseo de Cervantes ha sabido manejar su renta con cierta soltura, dejándose algunos puntos por el camino con varios rivales directos pero aprovechándose de su fulgurante arranque para mantener casi en todo momento una renta sólida. El primer punto de flaqueza le llegó en el cierre de la primera vuelta, en el que apenas logró cinco puntos de doce posibles. Lo aprovecharon bien Athletic (8 puntos) o Eibar (7 puntos) para recortar distancias, aunque los mejores en ese tramo fueron Amorebieta y Barakaldo, con diez puntos.
Recuperado con otro gran inicio de segunda vuelta, a punto estuvo el Alavés de romper definitivamente el grupo al situarse con seis puntos de renta con respecto a un Eibar al que mandó a diez de distancia tras su duelo en Mendizorroza, aunque para entonces ya había tomado el Bilbao Athletic el relevo de los armeros. Los cachorros de José Ángel Ziganda son, junto al Lleida, el mejor equipo de la segunda vuelta con 27 puntos, pero no les van los vitorianos a la zaga con sus 25. Teniendo en cuenta solo los resultados de los partidos disputados desde la decimoquinta jornada, un total de diecisiete partidos, los rojiblancos han conseguido recortarles cinco puntos a los albiazules al haber cosechado los de Lezama 35 por los 30 de los de Mendizorroza. La mayor regularidad del Athletic en este tramo final es evidente, pero el colchón del tramo inicial sigue favoreciendo a un Alavés que ahora tiene que sacar partido a un calendario benigno.
Los tres compromisos que vienen por delante son fundamentales para los intereses de un Alavés que ya en la primera vuelta fue el mejor de los tres primeros clasificados a pesar de no ser capaz de sacar nada positivo de su visita al Zaragoza B. El equipo de Natxo González saldó sus duelos con Gimnástica y Racing con dos victorias y el tropiezo en tierras mañas le llevó a sumar seis puntos de nueve posibles. La diferencia con el Eibar, segundo por aquel entonces, se amplió en dos puntos al conseguir los armeros solo cuatro con empate en Las Gauna ante el UD Logroñés, victoria en casa frente al Sestao y derrota en Amorebieta. Por su parte, el Bilbao Athletic se impuso en Lezama al Tudelano para seguidamente empatar en su visita al Izarra e igualar de nuevo como local ante el Barakaldo, consiguiendo así cinco puntos, uno menos que los albiazules.