Vitoria. No corren ni mucho menos buenos tiempos para el club decano de Cantabria. Acuciado por una gravísima crisis económica, que ha tenido su lógica traslación a la vertiente deportiva, la Gimnástica de Torrelavega, próximo rival del Alavés el domingo en Mendizorroza se encuentra contra las cuerdas. Al margen de los problemas institucionales para continuar con vida, sobre el terreno de juego sólo recibe últimamente malas noticias. De esta manera, se presentará en Vitoria inmerso en una racha negativa que le ha llevado a sumar únicamente cuatro de los últimos treinta puntos en juego (empate ante el Lleida y victoria sobre el SD Logroñés, ambos en casa, en las jornadas 25 y 26). A partir de ahí, seis derrotas consecutivas que han colocado al plantel que dirige José Gómez al borde de los puestos de descenso.

Por si esta situación no fuera suficientemente preocupante, la escuadra cántabra se ha topado con más contratiempos para afrontar su comparecencia en el Paseo de Cervantes. De esta manera, el técnico cántabro no podrá contar para ese compromiso con el mediocentro Siro, que debe cumplir un encuentro de sanción.

El centrocampista había estado varias semanas de baja por una lesión y el pasado fin de semana regresó a la convocatoria. Aunque no llegó a actuar, en el minuto 78 vio una cartulina amarilla por protestar al árbitro desde el banquillo. Como quiera que es la quinta de su cuenta personal, será sancionado hoy por el Juez de Competición y no podrá jugar en Vitoria.

La de Siro, además, podría no ser la única baja torrelaveguense en el encuentro del domingo. Y es que en los últimos minutos del citado choque con el Barakaldo el central Alberto debió abandonar el terreno de juego por unas molestias musculares. A la espera de que las pruebas médicas confirmen el alcance de la lesión, se antoja muy complicado que pueda ser de la partido.

En definitiva, un interminable carrusel de problemas para un conjunto que perdió a sus mejores piezas en el mercado de invierno -lograron la carta de libertad al no poder pagar sus fichas y la sanción que pesa sobre la Gimnástica le impidió fichar para sustituirlos- y que parece condenado a la angustia del descenso. Sólo una espectacular reacción en las seis últimas jornadas del campeonato podría salvarlo.