vitoria. Contaba Andrés Iniesta recientemente que cuando un equipo lo gana todo es complicado mantener la concentración partido tras partido. Pocos futbolistas como el manchego, acostumbrado a contar sus temporadas por éxitos en el Barcelona y en la selección española, conocen esa sensación, refrendada en su día por el que fuera su entrenador en el conjunto catalán, Pep Guardiola, al admitir que "ganar desgasta".

Conscientes de que en un equipo es quizás más importante gestionar las victorias que las derrotas, los técnicos buscan artimañas constantemente para mantener a sus jugadores plenamente concentrados cuando, como en el caso del Alavés, más cercano se atisba su objetivo. Natxo González es uno de ellos.

El técnico vitoriano desveló su estrategia antes de verse las caras con la UD Logroñés: plantear a sus pupilos una liguilla de diez partidos de la que deberán salir victoriosos antes del inicio del play off. "Yo acerco a los jugadores mi planteamiento personal. Para no relajarme cuando tengo cierta holgura con el segundo y no ponerme demasiado nervioso cuando lo tengo a dos, uno tiene que gestionar esa estabilidad emocional. Por eso lo que les planteo es una Liga de diez partidos en la que tenemos que quedar campeones", explicaba el preparador albiazul.

El primero de esos diez encuentros se saldó con un trabajado triunfo por 2-0 el pasado fin de semana en Mendizorroza. Ahora, al Alavés le restan nueve para satisfacer las expectativas de su entrenador. En realidad, aunque son nueve las semanas que restan hasta la lucha por el ascenso, esta liguilla por el liderato planteada por Natxo González tiene en las tres próximas jornadas su particular leitmotiv.

Y es que la gran pendiente que afrontarán los vitorianos en esta recta final de campeonato arranca este fin de semana en Sestao, continúa con la visita del Amorebieta (cuarto) y culminará en Lleida (sexto) dentro de tres jornadas. Todo al mismo tiempo que su inmediato perseguidor, un Athletic B todavía a cinco puntos, viaja el domingo a Santander para medir fuerzas con el filial del Racing y goza después del beneficio que supone enlazar dos partidos consecutivos en campo propio. Dos choques en los que, además, recibirá a sendos rivales (Real Zaragoza B, undécimo, y SD Logroñés, decimotercero) que deambulan sin grandes apuros en la zona media de la tabla.

Así las cosas, si la escuadra de Natxo González consigue sobrevivir con la misma diferencia de puntos respecto a los bilbaínos más allá de su duelo contra el Lleida en la 32ª jornada, el trecho final hacia el liderato quedaría prácticamente allanado con duelos -a priori- menos complicados ante Gimnástica, Racing B, Zaragoza B, Tudelano e Izarra en la última jornada. Además, y lo que es más importante, erradicaría también cualquier atisbo de importancia (por lo menos para la clasificación) al Athletic B-Alavés del 5 de mayo (36ª jornada). Un objetivo diáfano que ahora toca plasmar sobre el césped, empezando por el desplazamiento del domingo a Sestao, donde el equipo de los exalbiazules Igor Cuesta o Alberto Montero intentará aprovechar su campo para poner en peligro las aspiraciones vitorianas. Decimocuarto a sólo un punto de distancia de los puestos de descenso, el plantel vizcaíno lleva once jornadas sin ganar en Las Llanas, y su último triunfo llegó hace cinco semanas en Zaragoza.

Una racha desastrosa a la que el Amorebieta empieza a acercarse peligrosamente. Tras encadenar trece jornadas sin conocer la derrota, el conjunto de Axier Intxaurraga suma ya tres seguidas en otras tantas jornadas. Su trayectoria reciente contrasta con la del Lleida, con tres triunfos en sus últimos cuatro partidos y, lo más preocupante para los intereses albiazules, una sola derrota en su campo en toda la temporada (0-1 contra el Noja en la 16º jornada). El viaje a la localidad catalana, donde los locales se impusieron por 2-0 al Athletic B hace apenas dos semanas, se antoja el verdadero punto de inflexión para el Alavés en este último trecho. Si regresa de Cataluña con el liderato aún en el bolsillo, será difícil que alguien se lo quite antes del primer partido del play off. A partir de ahí, seguro que elevar la concentración de sus jugadores no será ya un problema para Natxo González.