Vitoria. ha necesitado casi seis meses para estrenarse de verdad con la camiseta del Deportivo Alavés -más allá de esos tres minutos y el tiempo de descuento frente al Sestao en la primera vuelta-, pero ahora Sergio Ayala puede convertirse en una pieza relevante, o por lo menos útil, en los planes de un Natxo González que casi con total seguridad se verá obligado a echar mano del joven central en los compromisos venideros por culpa de los problemas de lesiones y posibles sanciones que amenaza la estabilidad de una línea defensiva que se había mantenido prácticamente inamovible. Los veinte minutos jugados contra el Teruel han sido lo más importantes hasta la fecha, pero parece evidente que no van a ser los últimos.

"He jugado ya veinte minutos y si lo comparamos con la primera vuelta te pones muy contento porque después de tanto tiempo al menos entras en el equipo. Ahora, con la lesión de Javi Hernández que es una pena, también podría entrar poco a poco", señalaba ayer el jugador formado en las categorías inferiores del Barcelona y que en el primer tramo del curso estuvo constantemente golpeado por las lesiones. Primero por una extraña dolencia en el tobillo con la que llegó a Vitoria y de la que le costó mucho recuperarse y posteriormente con molestias físicas que, por ejemplo, le impidieron cumplir el sueño de debutar en el Camp Nou en la eliminatoria copera contra su Barcelona.

Su último partido, como capitán del primer equipo juvenil del Barça, se remontaba a la pasada campaña y después de tanto tiempo sin jugar las primeras sensaciones fueron un tanto extrañas. "Entras nervioso, con el miedo a fallar, pero cuando encadené un par de acciones buenas seguidas ya me tranquilicé, fue como un subidón de moral", relata, a la vez que recalca que físicamente se ve en condiciones de afrontar la exigencia de un partido completo si Natxo González lo considera conveniente en los compromisos que vienen por delante.

Y, posiblemente, así sea. La lesión de Javi Hernández para las próximas semanas ha provocado la pérdida de una de las piezas más relevantes del eje de la zaga. Si a eso se le añade que otros tres componentes del entramado defensivo -Óscar Rubio, Agustín y Luciano- se encuentran al borde de la suspensión con el trascendental duelo con el Eibar a la vuelta de la esquina y que en Noja tampoco podrá actuar Jaume como improvisado central al estar sancionado tras recibir su quinta amarilla, las opciones del canterano barcelonista se amplían de una manera muy importante.

Y es que todo hace indicar que Natxo González planteará en tierras cántabras una línea defensiva bastante diferente a la habitual. Parece complicado que vayan a actuar de inicio juntos Rubio, Luciano y Agustín. Demasiado riesgo con el Eibar tan cerca. Así, no sería de extrañar la suplencia de al menos uno de estos tres jugadores, lo que abriría las puertas de la titularidad a un Ayala que así podría estrenar esta condición en Vitoria.

Poco se le ha podido ver con la camiseta del Alavés, pero ante el Teruel ya dejó detalles que evidencian que de calidad no anda escaso. Atento al adelantarse en un par de salidas para cortar el avance del rival y con buen manejo de balón para dar salida jugada. Y, encima, zurdo, sin necesidad de tener que adaptarse a ese flanco de la defensa. Cualidades técnicas y tácticas tiene de sobra y por eso es una de las perlas de Can Barça. Con diecinueve años, que le falta experiencia es evidente. Pero a ella tiene que sobreponerse si, como es de prever, disfruta ahora de minutos importantes.